Narcos de Sinaloa, Guatemala y Jalisco desangran Chiapas
Norberto Vázquez
Chiapas siempre ha llevado la de perder. Han sido los caciques, los grandes corporativos, los grupos paramilitares, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y ahora, el crimen organizado. Rico en recursos naturales y pobre en su organización social y corruptos gobiernos. La Cuarta Transformación tampoco ha llegado a ese sureño estado.
Un ejemplo. El conflicto en Frontera Comalapa lleva por lo menos dos años en gestación. En estos 24 largos meses los mayores grupos criminales de México han tratado de arrebatarse unos a otros el control de rutas cruciales para el tráfico de drogas y de migrantes. Es un secreto a voces entre la maña local y nacional, pero el Ejército y los Marinos, están construyendo obra pública.
La disputa entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación por rutas de migrantes y narcotráfico que vienen de la vecina Guatemala, ha dejado miles de desplazados y decenas más de muertos ahí en el sur de México.
La disputa incluye la instalación de retenes ilegales para detectar migrantes autorizados por el grupo rival, así como drogas, principalmente paquetes de cocaína.
En los puestos de control, hombres armados bajan a los ocupantes, exigen que muestren credenciales, y en el caso de que sean migrantes, son apartados del resto. Los grupos criminales, están haciendo el trabajo de los militares.
Carretera de vital importancia están en disputa, estas cruzan por municipios como Ciudad Cuauhtémoc, San Cristóbal, Tuxtla, Ocozocoautla y Arriaga. El fenómeno comenzó en la carretera de Frontera Comalapa a Motozintla y luego a Huixtla, ahí se concentraron los problemas con estos grupos delictivos. El problema ya se extendió a Tuxtla por esa misma situación: el control de la carretera.
El pasado 1 de julio, la subsecretaría de Seguridad Pública de Chiapas informó que el pasado 28 de junio se difundió un video donde se aprecia a varias personas sin vida en la caja de un camión de volteo, quienes vestían equipo táctico y portaban armas largas.
Los supuestos autores de la filmación se identifican como integrantes del Cártel de Sinaloa y señalan a las víctimas como miembros de una organización criminal que presuntamente opera entre Chiapas y Guatemala.
Y es que el 29 de junio se recibió una llamada al 911 reportando la presencia de personas fallecidas en un tramo de terracería que comunica a Jaltenango de la Paz con la ranchería La Reforma, en el municipio de La Concordia.
Al atender dicho reporte, autoridades de los tres niveles de gobierno se desplazaron a verificar los hechos denunciados y localizaron, a 7.4 kilómetros de Jaltenango en el municipio de La Concordia, una camioneta Nissan, doble cabina, y un camión de volteo, color blanco, atravesados en el camino.
En la caja del camión de volteo se encontraron asesinados por arma de fuego 14 personas del sexo masculino, dos más en la cabina, dos a un costado y uno más, aproximadamente a 100 metros del vehículo, el cual presentaba impactos de bala alto calibre.
Los cierto es que en el video que circula en redes solo se oyen festejos de los criminales sobre cuerpos inertes. La Fiscalía General de Justicia de Chiapas inició el levantamiento individual de los 19 cuerpos, así como el resguardo de las evidencias localizadas en el lugar para dar con los responsables de estos hechos, y que quedaron contenidos en la carpeta de investigación número C.I.0017-020-2908-2024.
¿A quién van a detener? ¿Qué poder tiene el Estado mexicano contra este nivel de criminalidad?
Se documentó que por lo menos seis de las personas fallecidas portaban identificaciones emitidas por el gobierno guatemalteco.
El gobierno federal reforzó la presencia de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional, y el fin de semana se ordenó el incremento de mil 200 efectivos más para apoyar la labor de seguridad en la entidad.
La barbarie está a la orden del día. A Chiapas le toca de todo. Peor aún, siguen los malos gobiernos. Desde 2011 hasta finales de 2022, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas documentó un total de 40 conflictos en Chiapas, que obligaron a cerca de 14 mil 796 personas a abandonar sus hogares.
El 15 de junio de 1980, se desató una tragedia en la comunidad indígena de Golonchán Viejo, ubicada en el municipio de Sitalá. Que tal lo de Acteal, donde en 1997 ocurrió otra masacre. Hoy el narcotráfico tiene asolado al estado. Pero no hay nada que temer, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo sobre el caso de los 19 ejecutados: “se está protegiendo a la población de la región”. Pobre Chiapas.
