Asesinato de Milton Morales, la mecha que se encendió
Norberto Vázquez
El asesinato de Milton Morales Figueroa, Coordinador General de la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México acaba de encender la mecha. El solitario sicario que acabó con la vida del jefe policiaco, ha puesto en el plano nacional que el crimen organizado entrada la nueva administración puede sufrir un descalabro y que se acaben “los abrazos” y comience la cacería de criminales de alto impacto.
En radio pasillo, las voces suenan fuerte: es un mensaje claro para Omar García Harfuch, el funcionario que encabezará la batalla estratégica y de inteligencia contra el narcotráfico. Y por si fuera poco el que tendrá todo el apoyo de Estados Unidos mediante la DEA, la CIA y el FBI.
A principios de junio, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum sostuvo una reunión con Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad de la Casa Blanca, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar. El único presente (sin ser nombrado secretario de Estado) fue García Harfuch.
Milton Morales, se rumora, se iría a las filas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) una vez que Omar García, tomará las riendas de la dependencia a partir del 1 de octubre.
Las bandas criminales están tentando al nuevo gobierno que encabezará Sheinbaum. Sabemos cómo operan, despiadadamente y sin escrúpulos. La respuesta de una nueva gestión administrativa aun es incierta. Por lo pronto, las fuerzas policiacas de élite, investigación y operación de la Ciudad de México y el Estado de México están “fúricas” y en máxima alerta. Dijo el jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, “vamos a ir por ellos”.
Milton nació en el estado de Aguascalientes, era maestro en Derecho con más de 17 años de experiencia en temas de seguridad. Perteneció a la extinta Policía Federal donde ocupó el cargo de director general Adjunto y posteriormente perteneció a la Fiscalía General de la República (FGR), en la que continuó como Director General Adjunto aportando su vasta experiencia para la implementación de estrategias de investigación.
En la CDMX, ocupó el cargo de Director de la Fuerza Antisecuestro en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y después se unió a esta Secretaría de Seguridad Ciudadana donde se desempeñó como primer Coordinador General de la Unidad de Estrategia Táctica y Operaciones Especiales.
El crimen organizado está jugando con fuego. Su forma de operar está enfureciendo cada vez más a una sociedad que ya no los tolera. Cobro de pisos a agricultores, robo en carreteras, impuesto a productores, robo de mercancías. De todo y se creen impunes. En este sexenio, ni habrá que negarlo, el crimen organizado ha crecido en todos los ámbitos.
La apuesta que todos pensamos entrado el nuevo gobierno, es que se dé un “manotazo en la mesa” y se comience a aplicar sin duda alguna lo que le funcionó a García Harfuch en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC): estrategias de campo, investigación, e inteligencia policial.
La muerte de Milton Morales acaba de derramar el vaso y el crimen organizado lo sabe. Esta sociedad, no debe de seguir tolerando que con la mano en la cintura grupo delictivos sigan regenteando la vida pública, económica y social de este país. Ojalá y la nueva administración, responda de manera contundente a un problema que no es social, es de un grupo que no rebasa las 30 mil personas que se dedican a delinquir de manera estratégica y organizada.
¿Por qué el Estado no opera de manera estratégica contra estas personas? ¿Pueden 30 mil criminales más que 120 millones de mexicanos? La mecha está encendida, me dicen que los mandos policiacos de la CDMX, el Edomex y Omar García están más que coléricos y van por los atacantes de Morales así sean el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o el Cartel de Sinaloa.
Todo tiene un límite. Y por el bien del país, sería extraordinario que el nuevo gobierno comience pesquisas serias contra los enemigos de México. Saben quiénes son. El crimen organizado ya se pasó de la raya, y es hora de demostrarle, que el Estado y México mandan.