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Tras el rastro de los médicos cubanos

Norberto Vázquez

Según datos del Departamento de Estado de la Unión Americana, el gobierno cubano suele embolsarse entre el 75 y el 90 % de los salarios de los médicos que ofrecen sus servicios a nivel mundial

Las condiciones abusivas son la realidad para muchos de los 50 mil trabajadores médicos cubanos que laboran en más de 60 países. Según el gobierno cubano, a la isla ingresan a las arcas públicas unos 7 mil millones de dólares anuales exportando servicios profesionales, incluyendo estas misiones médicas. Esto no es asistencia, es una actividad con fines de lucro del modelo fundado por Fidel Castro. Es la principal fuente de ingresos del régimen que preside Miguel Díaz Canel.

Según datos de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, de Estados Unidos, el gobierno cubano suele embolsarse entre el 75 y el 90 % de los salarios de estos médicos. De hecho, una demanda colectiva de 2018 que todavía esta activa de un grupo de trabajadores de la salud cubanos, alega que trabajaron bajo la amenaza de duras repercusiones económicas, personales y legales.

Si un país tiene planeado acoger a médicos cubanos, su gobierno debería primero plantear unas simples preguntas. ¿Se paga a los médicos directamente? ¿Se confiscan sus salarios? ¿Se garantiza a los médicos la retención de sus pasaportes? ¿Son libres de viajar? ¿Se permite que sus familias los visiten? Los acuerdos deben ser transparentes y abiertos al público para asegurar la protección de los derechos de los médicos.

México es un ejemplo. El dato es demoledor: ninguna de las dependencias e instituciones en las que trabajaron con los “médicos” traídos de Cuba, pudieron mostrar sus títulos profesionales. La pesquisa, se gestó en el Senado de la República.

En dicha investigación encabezada por el senador Julen Rementería del Puerto, las acusaciones son serias. Un cúmulo de documentación allegada a esta columna, establecen que los gobiernos del presidente Andrés Manuel López Obrador, el de Claudia Sheinbaum y el del presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, orquestaron un fraude de 255 millones 873 mil 177 pesos al presupuesto de salud, concretamente al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).

De acuerdo a la documentación que se pidió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre ella, salarios de los médicos cubanos, copias de sus títulos profesionales, acreditación de su profesión en México, criterios de compatibilidad con los procesos mexicanos, y las unidades médicas a las que fueron enviados, el organismo federal, contestó que no tienen competencia para entregar dicha información.

¿Esto quiere decir que el IMSS aceptó como médicos a personas extranjeras sin corroborar que estuvieran titulados y los puso a atender pacientes de Covid en plena pandemia? El mismo mecanismo se efectuó con el ISSSTE y la respuesta fue que “buscaron de manera exhaustiva la información pero no la encontraron”.

Según las pesquisas, se fraguó un fraude al presupuesto de salud ya que el 21 de abril del 2020, en plena crisis de la pandemia, el INSABI a través de un “convenio de colaboración”, transfirió 135 millones 875 mil 081 pesos al gobierno de Claudia Sheinbaum para ayudarle en la crisis del Covid. Para el 24 de abril de 2020, solo 3 días después, el gobierno de Sheinbaum firmó con la dictadura cubana un segundo convenio bianual, esta vez, por 103 millones 638 mil 266 pesos.

Ambos tenían por objeto la contratación de médicos cubanos para ayudar en los hospitales públicos mexicanos.

Pero, qué se podría esperar cuando para el régimen de la isla y sus nexos con el gobierno de la 4T, era que los médicos cubanos no fueran a darse a la fuga. Le explico. Con más de 50 mil médicos cubanos activos actualmente en 67 países, muchos en América Latina y África, pero también en naciones europeas como Portugal e Italia, las autoridades de Cuba tienen reglas estrictas para intentar evitar que los ciudadanos deserten una vez en el extranjero.

Un informe del grupo vinculado con la oposición Cuban Prisoners Defenders, realizado a partir del testimonio directo de 46 doctores con experiencia en misiones médicas en el extranjero, revela lo que ocurre en estos trabajos médicos.

Estos datos recabados, establecieron que el 89% dijo que no tenía conocimiento previo de su destino dentro de un país en particular; el 41% indicó que un funcionario cubano le retiró el pasaporte a su llegada al país anfitrión; el 91% señaló que había sido vigilado por agentes de seguridad cubanos en su misión, y el mismo porcentaje aseguró que se les pidió que transmitieran información sobre sus colegas a los agentes de seguridad; el 57% comentó que no se presentó como voluntario a una misión, sino que se sintió obligado a hacerlo, mientras que el 39% dijo que se sentía fuertemente presionado para servir en el extranjero.

Así las cosas. El gobierno cubano paga a sus médicos una fracción del salario de los médicos del país anfitrión, lo que a menudo resulta en el desempleo de los médicos y enfermeras locales. Lo que ocurrió en México.