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Michoacán…nuestra Ucrania

Norberto Vázquez

Aguililla, Apatzingán, Tepalcatepec, Nueva Italia, Buenavista, Maravatío y Parácuaro son los municipios en los que los asesinatos y balaceras están al orden del día

Es tierra de nadie y sólo hay oídos sordos. No es de ahora, es de mucho tiempo atrás. Pero ahora ni con la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano se han podido detener los asesinato. Un velorio y muertos que nadie encuentra, que nadie reclama y nadie dice nada. Un presidente municipal acribillado en las narices de la cúpula castrenses mexicanas. Balaceras todos los días, equipo en combate altamente sofisticado. Bombardeos con drones, pues es nuestra Ucrania.

La violencia en Michoacán escaló a niveles preocupantes. Porque no decirlo con todas sus palabras: no se ha podido implementar una estrategia para contrarrestar el poder que el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que tiene en la entidad.

¿Acaso no alguien dijo que durante su gobierno lo más importante sería el Estado de Derecho? ¿Y dónde está? Entre 2020 y 2021, se registraron casi mil personas desaparecidas en esa entidad donde Aguililla, Apatzingán, Tepalcatepec, Nueva Italia, Buenavista, Maravatío y Parácuaro son los municipios en los que los asesinatos y balaceras están al orden del día.

En los últimos años bajo el mando de Nemesio Oseguera alías El Mencho, Michoacán se ha convertido en uno de los bastiones más fuertes del CJNG. Y no sólo esta organización delictiva opera, diversos grupos de narcotraficantes que vieron amenazados sus negocios ante el crecimiento del CJNG, se aliaron para crear Cárteles Unidos y así juntos atacar al El Mencho.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, debe de entender el grave problema que hay en esa entidad. Tan sólo, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos denominó al CJNG como la organización criminal más peligrosa del mundo y mejor armada. Entre su arsenal, este grupo cuenta con camiones y tanques blindados, armas de nivel militar, equipo de protección y hasta drones de ataque. Además de recursos económicos incalculables y una amplia red de reclutamiento.

No se necesita ser un estratega militar para evidenciar que el CJNG está acabando con los miembros de Cárteles Unidos sin muchos problemas. Pero ojo, los desplazados, y las víctimas inocentes se cuentan por decenas.

Aguililla, como escenario de estos enfrentamientos tiene mucho de simbólico: es el lugar donde nació El Mencho, pero además, su ubicación estratégica entre montañas lo han hecho desde hace décadas un ansiado botín de los grupos criminales.

El asedio del crimen organizado no es problema menor. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ordenados en la plataforma de Observatorio Ciudadano señalan que la inseguridad en Michoacán tuvo su aumento más grande durante el gobierno de Silvano Aureoles (2015-2021).

En 2014 se abrieron 54 mil 706 carpetas de investigación por delitos cometidos en Michoacán. Mientras que en 2021 se cerró con un total de 74 mil 763. Gran parte del aumento en las cifras se debe a la presencia del narcotráfico en la entidad.

Si a esto le sumamos que los grupos criminales están utilizando drones que dejan caer bombas sobre sus enemigos desde el cielo, esto ya sobre pasó un simple conflicto a balazos. Tomas de video grabadas por civiles muestran a residentes y miembros de la Guardia Nacional en Tepalcatepec huyendo de los bombardeos, mientras un dron dejaba caer explosivos grado militar C4 desde lo alto.

Por el momento, los drones funcionan solo como una táctica de terror, debido a su falta de letalidad. Sin embargo, de mantenerse la carrera armamentista entre los grupos criminales, puede ser apenas cuestión de tiempo que se presenten muertes de civiles. Tenemos décadas con esta situación, México no puede ser rehén de grupos criminales.