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Tráfico de armas lícito, Sedena importa para comercialización

Norberto Vázquez

Una petición de acceso a la información revela los gastos en importación de armas con firmas armadoras a nivel mundial, para luego revenderlas a nivel nacional

Para Jesús García Favila, Don Chu, descansa en paz amigo

Es la contra parte legal. Es la importación que hace la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con armerías a nivel global para luego venderlas a policías privadas y cuerpos policiacos de los estados. Nada es ilícito, pero es un mercado de armas del que poco o casi nada se sabe.

De acuerdo a una respuesta de solicitud de información pública con número de folio 0007000024618, la institución castrense reveló a Expedientes MX las transacciones monetarias y de armamento que realiza de forma estratégica.

Por ejemplo, la Sedena informó haber adquirido 305 mil 86 armas de fuego para su comercialización, en el periodo que va de 2010 a 2016. Ya en 2017, se asienta que 21 mil 977 armas de fuego fueron adquiridas por la Sedena, para su venta a la policía y particulares.

Para 2018, la dependencia declaró haber importado 250 mil 839 armas de fuego (armas cortas y armas largas) para ser distribuidas durante ese año.

Según estos datos de la Sedena, de las 305 mil 86 armas de fuego para su comercialización en el periodo que va de 2010 a 2016; 166 mil 763 fueron vendidas a policías estatales de México en ese periodo: el Estado de México es el que adquirió la mayor cantidad de armas (22,020), seguido de Michoacán (11,805), la Ciudad de México (11,398), Chihuahua (10,094) y Jalisco (10,015).

Cabe destacar que los estados que han adquirido la mayor cantidad de armas de fuego de manera legal, son muchos de los que tienen el mayor número de enfrentamientos armados y homicidios con armas de fuego perpetrados en el contexto de la operación de grupos del crimen organizado.

Las marcas de armas más comercializadas fueron Beretta (de Italia y Estados Unidos, 113,233 unidades), Glock (Austria, 74,889), I.W.I. (Israel, 30,376), Colt (Estados Unidos, 19,804), Bushmaster (Estados Unidos, 17,471), Mossberg (Estados Unidos, 16,248) y Heckler & Koch (Alemania, 17,109).

Recuerdo que en 2010, esta firma germana, se brincó las formas legales y vendió de manera directa armas a los estados de Chihuahua, Jalisco y Michoacán. La Sedena siempre me negó la información sobre lo ocurrido. Tuvo que venir una sanción para la firma alemana desde un tribunal de Stuttgar en 2018, porque en México, ni enterados estaban.

Por su parte, el dispendio financiero se da a manos llenas. De 2010 a 2016, Sedena declaró haber gastado más de 16 millones de dólares en la importación de armas, en su mayoría armas largas para uso propio.

Durante dicho período, la Sedena importó 10 mil 149 armas para uso exclusivo del Ejército (6 mil 622 armas largas y 4 mil 571 pistolas o armas de fuego cortas), incluidos más de dos mil rifles de Nammo Talley, fábrica de armamento con sede en Mesa, Arizona.

Pero hay una favorita del gobierno mexicano. De abril de 2015 a mayo de 2018, Sig Sauer, radicada en New Hampshire habrían vendido a la Sedena unos 26.7 millones de dólares en partes de armas, así como 4.3 millones más en armas completas. Lo anterior significa que a Sig Sauer le quedan por exportar a México miles de millones de dólares en armas antes de que expire la licencia, en 2024.

E aquí las cifras. Pero la violencia en México ha dado pie a graves y crecientes consecuencias, como el desplazamiento interno forzado y la migración masiva, la falta de justicia, pérdidas económicas y ataques al ejercicio del derecho de libertad de expresión y al periodismo.

El tráfico ilegal y legal de armas es evidente. La guerra de baja intensidad que se vive en Michoacán, Zacatecas y Tamaulipas, deja claro que el comercio de armas sólo ha hecho que los problemas de inseguridad empeoren.