Expedientes MX

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Conflictos territoriales, el pleito de nunca acabar.

Norberto Vázquez

Una petición de información a la Segob revela los innumerables conflictos por la posesión de tierra entre gobiernos estatales y municipales a lo largo del país.

Algunos son ancestrales, por sus usos y costumbres. Se pelean tierras ejidales, ríos, lagunas y bosques. Los litigios llevan lustros, tal vez décadas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación desde 2012 ha sido la testigo donde se dirimen estos conflictos de pertenencia. Otro dato. Cuando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al publicar los censos ha adjudicado comunidades de un estado a otro, la entidad afectada ha exigido al máximo tribunal del país respeto a sus garantías y la devolución legal de sus territorios.

Los casos son varios. Mediante una solicitud de información, la Secretaría de Gobernación (Segob) releva que a lo largo y ancho del país se dirimen cerca de 24 conflictos de pertenencia. Entre sus causas, están las divisiones territoriales no bien definidas entre dos o más entidades federativas.

Uno de ellos son las 25 mil hectáreas que disputan Nayarit y Jalisco, o el caso insólito entre dos municipios de una misma entidad como en el caso de las tierras que pelean los municipios de Capulhuac y Ocoyoacac en el Estado de México.

Está la creación de municipios sin estudios históricos y demográficos, sin decretos que lo fundamenten, como la fundación del municipio Calakmul de Campeche, que afectó los territorios de Quintana Roo y Yucatán.

Se encuentran también casos con la participación arbitraria de particulares y empresas privadas que invaden zonas para aprovechar sus recursos naturales, como en Cherán, Michoacán.

Que decir de la invasión de tierras, tanto en zonas rurales como urbanas por campesinos o grupos vulnerables, algunas veces apoyados por grupos políticos, como en los alrededores de las áreas de reserva de la Sierra de Guadalupe, en el Estado de México.

Se menciona un conflicto que se desarrolla entre los estados de Oaxaca y Chiapas por la posesión de una región de gran riqueza natural, hablamos de la región de los Chimalapas.

Y es que en el sureste mexicano, es en donde predominan las regiones de selva y bosque en el país, regiones que cuentan con un alto grado de biodiversidad.
Los Chimalapas se encuentran en el corazón del Istmo de Tehuantepec, en el oriente del estado de Oaxaca, y se destaca por ser el lugar cuyas selvas húmedas y bosques mesófilos se encuentran en muy buen estado de conservación, por lo que es la zona de mayor biodiversidad de México.

Por entidad, según la Segob, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tlaxcala, Puebla, Nayarit, Jalisco y Colima son las entidades que actualmente libran batallas jurídicas y políticas para corregir su extensión territorial.

Los fallidos cálculos del INEGI, han afectado no sólo la cartografía de una entidad, sino que, además, influye en el patrimonio estatal, pues el gobierno federal puede recortar el monto de las participaciones a los estados. De ahí el enojó de las administraciones estatales y municipales para ventilar los casos ante la Corte.

Más: alrededor de 407 kilómetros cuadrados, en donde se ubican las comunidades de El Rabalse, Las Pesadas y El Volcán existe una disputa entre Jalisco a Colima, según la dependencia dirigida por Adán Augusto López. Fue hace poco más de 15 años cuando el gobierno jalisciense inició el juicio ante la Suprema Corte.

Otro conflicto territorial es el de Campeche-Yucatán-Quintana Roo que surgió cuando el primero de ellos creó el municipio de Calakmul, y el tercero, comenzó a defender lo que aseguró era su territorio. Poco después, Yucatán le entró a pelear una porción de esa misma localidad en el punto de convergencia entre los tres estados.

Quintana Roo mantiene la lucha jurídica por cuatro mil 810 kilómetros cuadrados de tierra que Campeche argumenta le pertenecen, mientras que Yucatán reclama cinco mil 400 kilómetros cuadrados.

Todo va de la mano: pugnas por tierras, bosques, ríos, lagunas…y sin olvidar los jugosos presupuestos. Los conflictos territoriales en México, son el pleito de nunca acabar.