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Los mecanismos europeos e israelíes para vender armas a México

Norberto Vázquez

Un informe de la organización de derechos humanos Global Exchange al que se tuvo acceso demuestra los beneficios a firmas protegidas por las gestiones de Felipe Calderón y Enrique Peña

Se le denominó Stop US Arms. Es un informe de la organización de derechos humanos Global Exchange al que se tuvo acceso. En el, se evidencia como a través de solicitudes formales de información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se rastrearon las transferencias de armas a esta institución, a la Marina y a las policiales federales, estatales y municipales, durante las gestiones de Felipe Calderón y Enrique Peña.

Simplemente se rastreó, como el Ejército mexicano entregó certificados de usuario final a las empresas que exportaron armas de fuego a México, desde países europeos e Israel. Se reveló, incluso, como México también presentó certificados de uso final al Departamento de Estado de los Estados Unidos para las armas de fuego exportadas por ese país.

El resultado: se obtuvieron mil 282 páginas de certificados de uso final, incluyendo 890 páginas presentadas al Departamento de Estado de los Estados Unidos, para exportaciones de armas de fuego para uso de instituciones castrenses y agrupaciones policíacas desde 2008 hasta 2019.

Sin embargo, el número de armas de fuego que figura en los certificados de uso final en 2008-2018, representa sólo 44 mil 293 armas de fuego de empresas europeas e israelíes, menos de la cuarta parte de las 205 mil 395 armas de fuego de estas empresas, que los recibos muestran fueron transferidos al gobierno de México durante el mismo período.

La duda, ¿qué ocurrió con el resto de las armas? ¿Se compraron de manera legal y como fueron las transacciones?

Por ejemplo, los recibos muestran las 28 mil 156 armas de Beretta vendidas a la policía mexicana en 2014-2018, y de 2017 a 2018 indican grandes cantidades de armas de Beretta exportadas de Italia a México para uso militar.

Sin embargo, México no presentó certificados de uso final para la importación de armas de Beretta entre mayo de 2013 y finales de 2019.

Cabe señalar, que más de la mitad de las armas de fuego vendidas a la policía mexicana entre 2006 y 2018 procedían de sólo dos empresas de armas: Beretta, con sede en Italia, y Glock, con sede en Austria.

Beretta vendió 108 mil 660 armas a las policías estatales y locales durante este período, incluyendo más de 25 mil rifles y otras armas largas, mientras que Glock vendió 68 mil 319 pistolas. Desde 2006, la policía mexicana también ha obtenido armas de Israel (24 mil 280 armas de fuego), Alemania (22 mil 221), la República Checa (7 mil 904), Turquía (4 mil 168), Bélgica (mil 063), y en cantidades menores también de España, Finlandia y Suiza.

En conjunto, las empresas europeas e israelíes exportaron suficientes armas de fuego para casi todos los policías estatales y municipales de México en el periodo 2006-2018.

De acuerdo al marco legal, el Ejército mexicano es la única dependencia en México que tiene autoridad jurídica para importar armas de fuego hacia México y para transferirlas a los organismos de policía, las empresas de seguridad privada y los particulares.

También, fabrica armas de fuego para su propio uso, expide licencias para la adquisición y posesión de armas de fuego tanto institucionales como individuales y mantiene un registro de armas de fuego legales.

Ninguna otra nación del mundo concentra tanta autoridad para la adquisición, distribución y control de armas pequeñas en una sola institución militar.

Los riesgos de este arreglo se pusieron de manifiesto en 2019, cuando el ex secretario de la Sedena, el General Salvador Cienfuegos, fue acusado en los Estados Unidos de tres cargos relacionados con el tráfico de drogas y un cargo de lavado de dinero.

Las pruebas presentadas, basadas en cientos de interceptaciones de mensajes de texto, indican que, el General Cienfuegos, estaba vinculado a un cártel de la droga en Nayarit y él, era conocido como “El Padrino”.

La decisión del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de entregar la investigación sobre Cienfuegos a las autoridades mexicanas, no reflejó ningún cambio en esas pruebas.

Durante el período en que Cienfuegos estuvo al frente de la Sedena de 2012 a 2018, ésta vendió 110 mil 751 armas de fuego a las policías estatales y locales.

Más de la mitad de las armas de fuego vendidas a la policía mexicana procedían de sólo dos empresas de armas: Beretta y Glock.

Una excepción es la autoridad que tiene la marina mexicana para importar armas para su propio uso.

De acuerdo a esta información la mayoría de las principales empresas de armas de fuego europeas e israelíes también han establecido plantas de fabricación de armas en los Estados Unidos. Entre ellas: Beretta, Glock, FN Herstal, Sig Sauer, I.W.I., Ceska Zbrojovka, Heckler & Koch y Walther.

Estas empresas venden a los enormes mercados civiles y policiales de los Estados Unidos, pero también pueden aprovechar las leyes de exportación de armas de ese país que son menos restrictivas que las de Europa.

Se documentó que varias empresas europeas, entre ellas Glock, Beretta y, especialmente, Sig Sauer, han exportado armas de fuego a México desde los Estados Unidos.

Además, varios miles de armas producidas por empresas europeas que se venden a particulares en el mercado minorista de los Estados Unidos, se trafican luego a través de la frontera con México.

La momeada esta en el aire. El gobierno de México tiene demandadas a las principales firmas de la Unión Americana que venden armas a México y que las acusa de un mercado ilegal. Por lo pronto, quedó demostrado como los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña tuvieron a sus preferidas para comprar armas.