Revela FGR las rutas del lavado de dinero en México
Norberto Vázquez.
Los datos son contundentes: México es uno de los países que menos se castiga el lavado de dinero porque no existen mecanismos eficientes de fiscalización, por eso muchas veces se ven involucradas empresas que no tenían una estrategia de verificación sobre ciertas operaciones.
El crimen organizado, ha evolucionado en estos procedimientos ilícitos. También los políticos, es increíble como en las campañas políticas rueda el dinero de diversas formas, un modo elegante de lavar dinero.
De acuerdo a la solicitud de información con número de folio 0064102356819, se le pidió a la FGR la mecánica, procesos, métodos o capacidad de reacción para cumplir con sus objetivos de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El primer dato es contundente, con base en los datos de la FGR se encuentra que la posibilidad de que haya un castigo por lavar dinero apenas del 2%, contra 98% que ni siquiera de detecte o se ubique su procedencia.
El blanqueo de capitales, es un delito mundial que se arraigó en México, país donde no se han podido implementar estrategias para mitigarlo, lo peor es que muchas veces perjudica a empresas que realmente no tenían que ver con la delincuencia organizada, ya que este delito se considera como subyacente, es decir, que se origina de otros delitos precedentes.
En promedio, anualmente en México hay 150 millones de dólares que son objeto del lavado de dinero, según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
Según la FGR, la ley contenida en el artículo 400 Bis del Código Penal Federal determina el lavado de dinero como la acción delictiva de encubrir el origen de recursos que provienen de actividades ilícitas o criminales, tales como el narcotráfico, contrabando de todo tipo, fraudes, extorsiones, piratería, entre otros.
La dependencia a cargo de Alejandro Gertz dice que se conoce como blanqueo de dinero porque el recurso de dudosa procedencia se lava para incluirlo en canales legales que permitan su circulación, legitimando así los recursos o fondos.
Para ello, dice que tienen protocolos de identificación, que pasa por tres etapas que hay que identificar.
Una de ellas es la colocación de los recursos de origen ilícito, que se ubican dentro del sistema financiero a nombre de alguna institución o persona que los haga parecer legítimos, luego sigue la estratificación en la cual se realizan múltiples transacciones u operaciones financieras para esconder el origen de dichos recursos.
El Fiscalía, alude a que un siguiente paso es la integración de los recursos que se han blanqueado o lavado y pasan al sistema financiero de forma lícita porque ya se han limpiado o lavado.
No sería para menos, cuando el Global Financial Integrity (GFI), enfocado a analizar temas de crímenes financieros, corrupción y blanqueo de capitales, estima que en México se lavan entre 18 mil millones de dólares y 44 mil millones de dólares al año.
En este reporte se reconoce que México presenta señales de que avanza en el combate de los delitos financieros, pero aún existen varios desafíos que impiden mayor éxito en esta lucha, tales como la debilidad de las instituciones mexicanas, la gravedad del crimen organizado y los bajos niveles de enjuiciamiento.
Las principales actividades que generan ingresos delictivos son, clasificadas por orden de magnitud percibida: corrupción, tráfico de drogas, trata de personas y tráfico de minerales.
No cabes duda, en México las principales debilidades identificadas respecto a la lucha contra los delitos financieros es la mala implementación de las leyes de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, así como la falta de voluntad política de instituciones involucradas en la lucha antilavado.
Se hace énfasis en que existen brechas en las labores de investigación de las autoridades respecto a los delitos financieros y en que todavía no hay un análisis suficiente respecto a temas relacionados como la labor de abogados, contadores, auditores o fedatarios, robo de gasolina, como en la relación entre el tráfico de armas y delitos financieros.
Ni hablar, con esta administración, no hay señales claras que indiquen que en México se está motivado para abordar los delitos financieros.
Una muestra, en la administración capitalina me acaban de revelar que reestructuraron la forma de capitalizar las obras para los edificios afectados del sismo del 2017. Tienen ya cinco años dizque arreglando inmuebles y nada.
Pues bien ya se fueron a fondo perdido con el apoyo de INVI, le explico, el fondo perdido no se fiscaliza, creo que ya vieron la ruta para sacar dinero para la campaña. En fin, el lavado de dinero, tiene muchas variables y nadie hace nada al respecto.