“Tenemos temor de que cualquiera de nosotros sea el siguiente”
Norberto Vázquez
“Tenemos temor de que cualquiera de nosotros sea el siguiente”. Así de tajante fue el periodista Ernesto Caballero al tomar la palabra durante la protesta por el asesinato de compañero Nelson Matus en Acapulco, Guerrero. Los asesinatos no paran contra comunicadores.
Y ahí siguen operando, como si nada. El crimen organizado, los corruptos, los negligentes, los oscuros, a los que les gusta violar las leyes, a los que no saben como opera el sistema social. A todos ellos, a los que les gusta vivir de las injusticias, pero ya que los evidencian, matan. Al escribir estas líneas, no puedo más que esconder el enorme enojo por la creciente ola de homicidios en contra del gremio reporteril. La saña como los han asesinado pone de manifiesto que algo está mal en este gobierno.
Eso de “abrazos” a una punta de criminales que tienen el corazón podrido, no funcionará. Que podemos decir cuando México se convirtió ya en el país que no está en guerra con la mayor cantidad de periodistas asesinados en el mundo en 2022.
Así lo establece un reporte la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), que documenta cifras alarmantes de secuestros, agresiones y arrestos de trabajadores de medios de comunicación.
En México no pasa nada, los criminales son sordos. Ni las presiones de la sociedad civil, de las organizaciones internacionales y los mecanismos de protección de las autoridades locales han sido insuficientes.
De 2000 al 2023, Artículo 19 ha documentado 161 asesinatos de periodistas en México. Todos en su mayoría en posible relación con su labor.
De estos, 41 se han registrado durante el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador y 47 en el sexenio pasado de Enrique Peña Nieto.
Pero que tal este dato. El gobierno del “pillo” Javier Duarte que comenzó en diciembre de 2010 y finalizó el 30 de noviembre de 2016 en Veracruz, ha sido el más letal para los comunicadores: 18 periodistas asesinados. Ya con el otro delincuente, Cuitláhuac García, incluyendo al fotoperiodista Rubén Espinosa, el estado tiene el mayor registro de asesinatos de periodistas, con 31. Ni a quién irle. Este el PRI o Morena, siguen matando a periodistas.
Nelson Matus, director del medio Lo Real de Guerrero fue asesinado este 15 de julio en Acapulco, Guerrero. Ya en 2019 habría sufrido un atentado, cuando le dispararon sin lograr herirlo. Nadie hizo nada.
En un país que se ha vuelto una tierra sin ley, el medio periodístico aquí está dando la cara, a pesar de todo. La prensa es un cuerpo compuesto por grandes medios masivos como por minúsculos periódicos locales o medios digitales de una persona y grandes conglomerados televisivos y radiofónicos.
Cientos de compañeros se enfrentan casi solos a los déspotas del régimen, y al mismo tiempo, al crimen organizado. Todo mi reconocimiento a todos ellos que documentan con enorme valentía y riesgo el abuso de poder: concesiones mineras contaminantes, tala clandestina de bosques, colusión en el contrabando de drogas entre servidores públicos y criminales. Esta primera línea de lucha por la verdad es la más necesaria y la más expuesta.
Detrás de los escalofriantes asesinatos hay nombres y vidas truncadas. Que tal Yessenia Mollinedo, Sheila García Olivera, Luis Enrique Ramírez, Armando Linares, Juan Carlos Muñiz, Heber López, Lourdes Maldonado, Margarito Martínez, Roberto Toledo, José Luis Gamboa, Jorge Luis Camero, Antonio de la Cruz y de manera reciente Nelson Matus.
El perfil del periodista asesinado en México es el de un reportero que ha denunciado un ilícito en el que hay funcionarios, narcotraficantes o empresarios locales coludidos.
¿Qué podemos esperar de estos gobiernos que no les preocupa la vida de los periodistas? Los criminales continuarán robando gasolina en la forma inaudita que lo hace, los secuestros y los cobros de piso, así como toda suerte de venganzas sangrientas diarias seguirán.
No encuentro fórmulas para proteger a periodistas, columnistas y reporteros gráficos. Qué podemos hacer en un país plagado de impunidad donde los criminales con su sello, siguen ganando. Todo mi reconocimiento, el gremio periodístico.