Ciudad de México.- Los líderes de los países del G20 prevén comprometerse por primera vez a financiar por completo el programa de la Organización Mundial de la Salud para distribuir vacunas y fármacos contra la Covid-19 a las naciones más pobres, según el borrador de las conclusiones de una reunión.
La decisión podría destrabar casi 20,000 millones de dólares para pagar por la producción y envíos de vacunas a países vulnerables.
El documento, que está sujeto a cambios antes de una cumbre sobre salud global que se realizará en Roma el 21 de mayo, también señala que los líderes del G20 se comprometen con tomar acciones urgentes este año para elevar la capacidad de manufactura de vacunas y tecnologías que ayuden a mitigar la propagación del virus, aunque omite la mención de liberar patentes de las fórmulas.
Según el documento, los líderes de las 20 naciones más ricas por primera vez expresarán el compromiso explícito «de financiar a tiempo y por completo del esquema ACT-A (Access to Covid-19 Tools Accelerator)», el programa bajo el cual la OMS tiene acceso a vacunas, medicamentos y pruebas de COVID.
La iniciativa fue lanzada en abril del 2020 y aún carece de buena parte de sus fondos esperables. De los más de 34,000 millones de dólares que se pidieron para desarrollar y distribuir vacunas y terapias, aún no se han desembolsado 19,000 millones de dólares.
En declaraciones anteriores, los líderes del G20 dijeron que abordarían las necesidades financieras globales, pero se abstuvieron de hacer ningún compromiso financiero concreto.
El miércoles, los ministros de Relaciones Exteriores del grupo G7 -de naciones más industrializadas y que pertenecen todas al G20- reiteraron su voluntad de brindar apoyo financiero al esquema, pero no llegaron a afirmar que cubrirían plenamente sus necesidades financieras.
El borrador será discutido en una reunión el jueves de diplomáticos y expertos que preparan la cumbre del G20.
Los líderes del G20 también se comprometen en el borrador «a compartir globalmente las dosis excedentes de vacunas», pero el documento no aclara si el exceso de vacunas compradas por las naciones ricas se compartiría a través del esquema COVAX de la OMS o mediante acuerdos bilaterales o regionales.