Gas LP, una alternativa a los combustibles tradicionales

Las estimaciones actuales sobre el suministro de petróleo arrojan que se podrá seguir aprovechando durante 40 años, mientras que con el gas natural se espera que los depósitos no se agoten durante los próximos 70 años

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Ciudad de México.- En el marco del Día Mundial de la Eficiencia Energética, la sociedad puede reflexionar sobre la problemática del abuso de combustibles fósiles y la importancia de aprovechar alternativas energéticas.

El agotamiento de los combustibles fósiles se ha discutido desde mediados de 1990. Las estimaciones actuales sobre el suministro de petróleo arrojan que se podrá seguir aprovechando durante 40 años, mientras que con el gas natural se espera que los depósitos no se agoten durante los próximos 70 años.

Además, la eficiencia energética puede ayudar a proteger el planeta. Nuevas formas de aprovechar los recursos naturales para obtener energía pueden favorecer el desarrollo de modelos energéticos que emitan menos CO2 a la atmósfera. Con ello, se podrán reducir los efectos adversos del cambio climático.

Dentro de los combustibles fósiles, existen aquellos que tienen un mayor potencial de calentamiento global. Cuando se quema leña, petróleo y diésel, se genera particulado de CO2, con graves consecuencias para la salud de las personas, como nos explica Miguel Ángel Santinelli, director de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac. No obstante, agregó que uno de los derivados del petróleo es el gas LP, que dentro de estos combustibles es el que tiene el menor potencial de efecto invernadero.
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Cortesía: Pixabay
¿Qué es el gas LP?

El gas licuado de petróleo, comúnmente llamado gas LP, es una mezcla inflamable de gases condensados provenientes de la refinación del petróleo y del gas natural, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE).

La mezcla de gases del gas LP contiene propano y butano. Hay dos maneras para extraerlo. La primera forma se obtiene a través del petróleo al calentar el crudo a altas temperaturas, separando los gases del resto de componentes. La segunda manera se obtiene a partir del gas natural, donde se condensa para formar un líquido que se destilará para separar el propano y butano.

A diferencia de la leña, por ejemplo, el bajo contenido de carbono del gas LP lo convierte en una fuente de energía limpia. Al quemarse de forma óptima, produce menos emisiones de efecto invernadero y desechos tóxicos, como dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno o metano, causantes de diversas enfermedades respiratorias crónicas como el cáncer de pulmón o el EPOC.

El precio del kilo de leña está en $70 aproximadamente, mientras el kilo de gas LP cuesta $23.74 en la Ciudad de México, de acuerdo con Comisión Reguladora de Energía (CRE). Mientras una estufa requiere hasta 1.6 kilos de leña para mantenerse encendida durante una hora, un kilo de gas LP hará que dure 2.5 horas, de forma que se convierte en una buena alternativa tanto en términos económicos y ambientales.

Sin embargo, el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM considera que la mala quema del gas LP emite compuestos que reaccionan con la atmósfera y dañan la capa de ozono. Es por ello que las instalaciones de transporte y almacenaje se deben encontrar en buenas condiciones.

Uso de gas LP en México

En México es ampliamente utilizado como combustible para calefacción, equipos de cocina y el transporte público. Cerca del 80% de los mexicanos utilizan este tipo de combustible, de acuerdo con el INEGI. El 20% restante utiliza otros combustibles, incluyendo la leña por ser más fáciles de obtener.

México es uno los mayores productores de gas LP en América Latina, pero en los últimos años las importaciones necesarias para satisfacer la demanda nacional han crecido de manera importante hasta ocupar más del 50% de la oferta en nuestro país. Parte de las razones por las que las importaciones han aumentado es debido a la disminución de producción de Pemex.

Los procesos de explotación son muy bajos a nivel nacional. Miguel Ángel Santinelli comenta que la mayoría del gas es liberado directamente a la atmósfera a través de un proceso de quemado, evitando que el metano llegue directamente a la atmósfera, pero perdiendo de esta forma una gran cantidad de este combustible que podría aprovecharse.

Con las grandes reservas nacionales de gas, México “tiene la oportunidad de invertir para la captura y uso gas LP, que es mucho mejor opción que la gasolina y la leña, al no liberar material particulado que afecta la salud de las personas” agrega Santinelli, pues es el primer paso del país para pasar de un modelo energético basado en combustibles fósiles al uso generalizado de energías limpias.