La Paz.- La canciller boliviana, Karen Longaric, declaró que “Bolivia no es una colonia de México” y pidió nuevamente al gobierno de López Obrador no inmiscuirse en los asuntos internos de Bolivia ni debilitar la imagen del gobierno interino de Jeanine Áñez.
La funcionaria habló sobre la tensa relación entre México y Bolivia, la cual se ha visto afectada por el asilo político otorgado a exfuncionarios del gobierno de Evo Morales en instalaciones de la delegación diplomática mexicana en Bolivia.
«¿Qué derecho tiene López Obrador a cuestionar las decisiones del pueblo simplemente por su amistad o cercanía ideológica con Evo Morales?», cuestionó Longaric y afirmó, haciendo alusión a México, que los intereses de Bolivia no pasan por encima de los presidentes de otros países que han intervenido en la crisis política interna del país para beneficiar políticamente a terceros.
En cuanto a las acusaciones de acoso a la embajada de México en La Paz por parte de las autoridades bolivianas, Longaric afirmó que nunca buscarán ingresar a la sede diplomática por la fuerza. “Somos un país civilizado que conoce sus límites en materia internacional”, añadió la canciller.
Las declaraciones de Karen Longaric definen la postura del gobierno de Bolivia ante los incidentes ocurridos recientemente, donde funcionarios encapuchados pertenecientes a la embajada de España intentaron ingresar a la residencia diplomática de México en Bolivia, suceso que no se ha esclarecido en su totalidad y ha generado versiones diversas por parte de los países involucrados.
La canciller también habló acerca de las fuertes críticas de políticos bolivianos a la postura de México, como las declaraciones del expresidente Jorge Quiroga, quien llamó cínico y cobarde al presidente de México, López Obrador. Al respecto, la funcionaria afirmó que estas opiniones no reflejan la visión del gobierno de Áñez, pero entiende y comparte la molestia del exmandatario.
Longaric afirmó que las raíces del conflicto entre México y Bolivia se encuentran en las acciones del gobierno mexicano, quien, según la canciller, ha dado protección diplomática a personas que no tienen derecho a asilo político porque han cometido delitos contra la humanidad desde el estallido del conflicto poselectoral en octubre de este año.
La Cancillería boliviana también ha mantenido su postura de que las autoridades mexicanas fueron quienes solicitaron entre el 19 y 29 de noviembre mayor protección a su embajada en La Paz y se cumplió su petición, pero el actuar del gobierno interino pudo haber sido sacado de contexto.