Nueva York.- Goldman Sachs dijo este lunes que está sopesando la venta de una parte de su negocio de gestión del patrimonio de sus clientes más exclusivos, en un momento en que vuelve a centrarse en prestar servicios a los más ricos.
El banco de Wall Street está evaluando alternativas para su unidad de asesores de inversión registrados, denominada Personal Financial Management (PFM), que gestiona unos 29,000 millones de dólares, según informó en un comunicado.
Goldman Sachs compró el asesor de inversiones registrado, conocido anteriormente como United Capital Financial Partners, por 750 millones de dólares en 2019, cuando gestionaba unos 25,000 millones de dólares en fondos. La adquisición tenía como objetivo ampliar la lista de clientes de Goldman más allá de los ultrarricos, pero la unidad se ha mantenido como una pequeña parte del negocio de patrimonio del banco.
La unidad de patrimonio privado de Goldman supervisa activos por valor de 1 billón de dólares para clientes con patrimonios muy elevados.
La posible desinversión se produce después de que el presidente ejecutivo, David Solomon, reorganizara la empresa en tres unidades el año pasado y redujera las ambiciones de su deficitario negocio de consumo. Su negocio de tecnología financiera, GreenSky, también está a la venta.
Solomon ha estado bajo presión para cambiar la suerte de Goldman después de que su beneficio se hundiera un 60% en el segundo trimestre, ya que las amortizaciones en sus negocios de consumo y las inversiones inmobiliarias pesaron sobre las ganancias.
El banco tiene previsto ampliar su negocio principal de gestión de patrimonios, que presta servicios a clientes con patrimonios muy elevados, reiterando las aspiraciones expresadas en la jornada de inversores celebrada a fines de febrero. Otros de sus negocios principales son la planificación financiera en el lugar de trabajo, a través de Ayco, y el servicio de ahorros Marcus, según Goldman.
Los bancos estadounidenses compiten por atender a los clientes ultrarricos prestándoles servicios de corretaje, hipotecarios y de otra naturaleza, así como de planificación patrimonial y fiscal. Estas actividades tienden a generar ingresos más estables que las volátiles operaciones de Wall Street, como la banca de inversión y el trading, fuertemente ligadas a la actividad económica.