Ciudad de México.- El comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Acuña, aseguró que la institución no es una fiscalía persecutoria, sino un pilar que abona a eficientar la administración pública.
“El Inai seguirá siendo parte de un proceso muy saludable y conveniente para que la sociedad aprenda a reclamar con exactitud lo que pide y quiere encontrar. Es un fruto indiscutible de la democratización mexicana que arrancó en 1997”, aseguró.
En mayo de 2015, con la publicación de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el entonces Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), cambió a Inai y se renovó en todos aspectos.
Desde entonces, -consideró Acuña Llamas-, el Inai “no es un fracaso cuando entra a presionar a las instituciones públicas a responder”, y la prueba es que consigue 99 por ciento de eficacia en sus resoluciones: «y ahí es cuando llegan las consecuencias; cuando se exhibe lo bueno y de lo malo”.
El comisionado detalló que hay cuatro instancias de las cuales la ciudadanía demanda mayor información: la Secretaría de Hacienda (lo relacionado con los impuestos), y del Instuto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por jubilaciones y pensiones.
También requieren datos de la Fiscalía General de la República (FGR) “por la inseguridad pública tan grave y por la comisión de delitos tan desesperante que tenemos”; así como temas de educación pública.
Acuña Llamas subrayó que una solicitud de transparencia precisa y contundente “pone de cabeza a una institución pública” y que no se trata si el Inai tiene los suficientes “dientes para actuar, no es un asunto de maxilares o de mordedura de carnívoro o de herbívoro. Es un asunto de presión cívica».
Y advirtió: «los reclamos informativos le calan mucho a las instituciones públicas, si se hacen con precisión y con constancia, y además te llegan mareas de solicitudes sobre problemas muy parecidos, algo está pasando con ese sujeto obligado”.
El funcionario destacó que «venimos a completar el circuito de ponerle lupas y luz para que el ejercicio del gobierno sea iluminado y luminoso, es decir, que sea impecable, diáfano y correcto».
Abundó: “el Inai lo que hace es que le pone lupas encima a la gestión del Poder Ejecutivo, Judicial y sindicatos y partidos políticos que son, por alguna razón, importantes en la vida nacional”.
Por lo anterior, destacó Francisco Acuña, el Inai no es un perito en corrupción, ni un instrumento para combatirla, ni una fiscalía persecutoria, “no le pidamos peras al olmo”.
De tal suerte, detalló, el instituto pone sobre la mesa nacional muchas de las evidencias que puedan aportar, -una vez que se sigan los procedimientos-, para «cazar la corrupción».
Fernando Acuña aseguró que la administración pública debe ser racional y razonable; “la austeridad debe llevar a hacer más con menos, pero jamás a dejar de hacer lo que tiene que hacer, sólo por evitar pasar ciertos topes presupuestales».
Ejemplificó al decir que si una obra pública debe o debió realizarse en un periodo de tiempo y cierta cantidad de recursos, entonces se procura cumplir lo más posible con la meta.
“Siempre habrá un margen de ajuste, pero que no sea escandaloso como lo ha sido siempre con el dislate de las interrupciones injustificadas por un capricho raro, o se “estaciona” y se tarda para que cueste lo doble o lo triple.
El funcionario acotó que la discrecionalidad es un componente inevitable en las administraciones públicas, «sólo que hay arbirtaria, y hay la que sigue pautas y métodos».
Recordó que los organismos de transparencia no son parte del gobierno, “y por más respeto al Presidente de la República y a su gabinete, el trabajo del Inai es externo al Poder Ejecutivo”.
A su vez, indicó que en lo que va de 2019, el Inai ha recibido mil denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia; “parece poco para un país tan grande, pero ya habla de otros niveles de respuesta y de ejercicio fino”.
Por ello, reconoció que uno de los principales retos actuales del Inai es que debe ser útil para el ciudadano común y debe salir a la calle.
Por otra parte, Acuña Llamas aseguró que la petición del estado de salud mental y físico de los presidentes no es novedad de esta administración.
“A todos los presidentes se lo han hecho. Al presidente Vicente Fox lo primero que le preguntaron era si tomaba ciertos medicamentos; al presidente Calderón sobre si ingería bebidas cada cierto tiempo, y al presidente Enrique Peña sobre si tenía un cáncer en el sistema linfático».
“Y a todos les ha preguntado si su estado de salud es correcto, incluyendo el psiquiátrico, eso no es novedoso. Es muy común, pero causa impacto a todos, pero esa solicitud no prospera porque el dato del estado de salud de cualquier ciudadano es un dato reservado e incluye a los gobernantes”, afirmó.
Indicó que esas peticiones de información son tan comunes como aquellas que podrían ser ofensivas para los funcionarios, pero incluso para esas solicitudes, “está abierto el camino».
“En el camino de los derechos y de las libertades es preferible que el ciudadano abuse, algunas preguntas molestan y son ociosas, pero las libertades tienen que pecar de exceso”, afirmó el comisionado presidente.
En este punto, subrayó que los medios de comunicación juegan un papel importante en la difusión de la transparencia, porque “cuando venimos a limitar a los medios y a ponerles mordaza, ahí empezamos ya con grandes retrocesos autoritarios y de ahí a los regímenes despóticos hay poco camino”.
Finalmente, Fernando Acuña señaló que las instituciones como el Inai “se forjaron al calor de la exigencia y de la rebeldía cívica y fecunda de muchos que fueron perseguidos por pensar distinto”.