Yakarta.- Indonesia, país que había sonado como uno de los candidatos a unirse a los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) en su reciente expansión, aún calibra si solicitará o no sumarse al grupo de economías emergentes, que intenta contrarrestar la hegemonía mundial de Occidente.
«Tenemos que esperar a que regrese la delegación a Yakarta para analizar qué pasos damos al respecto», aseguró este viernes a EFE Teuku Faizasyah, portavoz del Ministerio de Exteriores de Indonesia.
La víspera, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, afirmó desde Johannesburgo, en el último día de la XV Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del bloque, que su país, la mayor economía del Sudeste Asiático, «aún está analizando y sopesando si unirse o no al grupo».
«No queremos tomar una decisión acelerada», subrayó Widodo, en un vídeo divulgado desde Sudáfrica, en el que añadió que Indonesia tiene «buenas relaciones con los países de los BRICS, especialmente en el sector económico».
El grupo dio ayer un paso histórico al acordar el ingreso en el bloque de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, en un intento de sumar fuerzas y contrarrestar la hegemonía mundial de Occidente.
Indonesia había sonado como uno de los candidatos a sumarse a la expansión, pero el país decidió finalmente no presentar la carta de solicitud de ingreso.
Unos cuarenta países habían manifestado el deseo de adherirse a ese club, según Sudáfrica, que ejerce este año la presidencia rotatoria del bloque y recibió «expresiones formales de interés» de 23 países, incluidos Argentina, Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela.
China había apoyado especialmente la ampliación de los BRICS, que buscan más peso en las instituciones internacionales, hasta ahora dominadas por Estados Unidos y Europa, pues Pekín quiere incrementar su influencia global en competencia con EE.UU.
Indonesia ocupa este año la presidencia rotatoria de la ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), y en 2022 ejerció de anfitrión del G20 en un momento especialmente delicado, al tratarse del primer año de la invasión de Ucrania, que dividió en bloques al grupo.
El archipiélago asiático recibió loas por su labor en acercar posturas entre los bloques, liderados por EE.UU. y China, respectivamente, y defendió su habitual neutralidad y no alineamiento.
La adhesión a los BRICS en este momento es vista en Indonesia como una oportunidad económica que podría suponer un «coste» geopolítico, si el grupo puede ser considerado eventualmente como un rival del G7, analizó esta semana un editorial del diario The Jakarta Post.