Brasilia.- La inflación de Brasil se aceleró en julio a su mayor ritmo en seis meses gracias a crecientes costos del transporte y los combustibles, según una medición de mediados de mes del índice de precios al consumidor divulgada el viernes, pero a una tasa mucho menor que la esperada por economistas.
La tibia alza de los precios desde niveles históricamente bajos en los meses recientes sugiere que el banco central tiene espacio para recortar nuevamente las tasas de interés el próximo mes, desde el mínimo histórico actual de 2,25%, como lo indicó en su última reunión de política monetaria.
La tasa mensual de inflación a los consumidores medida por el índice IPCA-15 fue de un 0,3% en el mes a mediados de julio, dijo la agencia de estadísticas del gobierno IBGE, y la tasa anual de inflación fue de un 2,13%.
Ambas se ubicaron bajo la mediana de estimaciones de un sondeo de Reuters entre economistas de un 0,51% y 2,36%, respectivamente, y apuntan a presiones inflacionarias extremadamente débiles a pesar de que la economía comienza a dejar atrás lo peor de la crisis del coronavirus.
“Hemos considerado un recorte de 25 puntos básicos de la tasa Selic a un 2,00% en la próxima reunión a comienzos de agosto y esperamos que permanezca en ese nivel durante el resto de 2020 y 2021”, dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes en Capital Economics.
La tasa mensual de 0,3% del índice de precios al consumidor IPCA-15 en julio fue la más alta en seis meses. La tasa anual de 2,13% marca un repunte desde el mínimo histórico de junio de 1,9% y fue su primera alza en seis meses.
El objetivo de inflación del banco central para este es de 4,0%.
Según el IBGE, los costos del transporte subieron un 1,1% en el mes, liderados por un incremento de un 4,4% de los precios de los combustibles luego de cuatro meses de bajas. Los costos de la vivienda, en tanto, aumentaron un 0,5%.
La tasa de inflación acumulada en lo que va del año es de un 0,67%, dijo el IBGE.