Caracas.- Venezuela cerró 2021 con una inflación de 686.4%, lo que evidencia una desaceleración con respecto al año anterior cuando se ubicó en 2,959.8%, según los datos divulgados el sábado por el banco central, pero aún el país sudamericano continúa bajo una larga crisis económica.
En diciembre, los precios tuvieron una variación de 7.6%, de acuerdo con las cifras oficiales. Desde septiembre, la tasa de inflación ha sido de un dígito.
Esa desaceleración de los precios ha obedecido a algunas medidas ejecutadas por el gobierno, entre ellas, la restricción al crédito bancario y el menor gasto en bolívares para mantener la estabilidad del tipo de cambio.
Como parte de la estrategia, que busca destacar que se combate la hiperinflación, los entes gubernamentales y la estatal petrolera PDVSA ahora hacen partes de sus pagos a proveedores con divisas en efectivo. El presidente Nicolás Maduro dijo el pasado 1 de enero en una entrevista transmitida por la televisión estatal que el país abandona «el estado de hiperinflación», que dura 4 años.
«Yo puedo declarar políticamente con el resultado del manejo de la inflación entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que ha sido de un dígito con tendencia a la baja», agregó el mandatario.
Pese a las medidas para mejorar el abastecimiento de productos y controlar la inflación, los precios aún son elevados y continúan golpeando los ingresos de las familias venezolanas limitando así su capacidad para adquirir bienes como alimentos y medicinas. Un salario mínimo mensual equivale a 1.5 dólares.
En medio de la hiperinflación y el colapso económico, el gobierno venezolano a inicios de 2019 flexibilizó los controles a la economía, lo que ha permitido que circulen más divisas en efectivo y algunos comercios e industrias tengan un oxígeno. Aunque el banco central divulgó los datos de inflación, aún no ha actualizado las cifras sobre desempeño de la economía, y la última información corresponde a mayo de 2019.