Nueva York.- La inflación en Estados Unidos se desaceleró levemente en enero a 6.4% interanual pero fue mayor que en diciembre de 2022, según el índice IPC publicado este martes por el Departamento de Trabajo.
Los precios al consumidor se aceleraron el el primer mes del año, pero el aumento anual fue el más pequeño desde fines del 2021, lo que apunta a una continua ralentización de la inflación y probablemente mantenga a la Reserva Federal en una senda moderada de alzas de las tasas de interés.
«El índice de vivienda fue, con mucho, el mayor contribuyente» a este aumento, «representando casi la mitad del aumento mensual de todos los artículos», según el informe, y agregó que después le siguieron los índices de alimentos y gasolina.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 0.5% el mes pasado después de ganar un 0.1% en diciembre, dijo el martes el Departamento de Trabajo. La inflación mensual se vio impulsada en parte por el alza de los precios de la gasolina, que avanzaron un 3.6% en enero, según datos de la Administración de Información de Energía estadounidense.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC subiría un 0.5 por ciento. Gran parte de la encuesta se realizó antes de que la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo publicara las revisiones anuales de los datos del IPC desestacionalizados el próximo viernes.
La BLS también actualizó los factores de ajuste estacional, el modelo que utiliza para eliminar las fluctuaciones estacionales de los datos.
Las ponderaciones de gastos utilizadas para calcular el IPC también se actualizaron a partir del informe de enero. Las nuevas ponderaciones, que se publicaron el viernes, reflejan el gasto de los consumidores en 2021.
Ahora se elevó la participación de la vivienda en el IPC, pero se redujeron las ponderaciones del transporte y los alimentos. Las revisiones, los factores estacionales actualizados y las nuevas ponderaciones llevaron a algunos economistas a aumentar sus pronósticos del IPC.
No obstante, la inflación se está desacelerando, lo que permitiría a la Fed continuar con su pequeño ritmo de subida de tasas el próximo mes.
En los 12 meses hasta enero, el IPC aumentó un 6.4 por ciento. Esa fue la menor ganancia desde octubre de 2021 y siguió a un alza del 6.5% en diciembre. El IPC anual alcanzó un máximo de 9.1% en junio, que fue el mayor incremento desde noviembre de 1981.
La moderación de las presiones sobre los precios refleja una política monetaria más restrictiva, que pesa sobre la demanda, así como mejores cadenas de suministro. No obstante, pasará un tiempo antes de que la inflación regrese al objetivo del 2% de la Fed debido a los alquileres rígidos y un mercado laboral ajustado, que mantienen elevados los precios de los servicios.
El banco central estadounidense elevó su tasa de política monetaria en 450 puntos básicos desde marzo pasado, desde cerca de cero a un rango de 4.50% a 4.75%, con la mayor parte de los aumentos entre mayo y diciembre. Los economistas creen que la Fed podría elevar esta tasa por encima del máximo del 5.1% que proyectó en diciembre y mantenerla allí durante algún tiempo.
Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC aumentó un 0.4% después de subir un 0.4% en diciembre. En los 12 meses hasta enero, el denominado IPC subyacente ganó un 5.6% tras subir un 5.7% en diciembre.