Claudia E. Anaya (*)
Por fin, tras una serie de cuestionamientos y un espacio en la segunda consulta nacional organizada por el entonces gobierno entrante, han arrancado oficialmente las obras del Tren Maya.
El proyecto estrella de la administración de Andrés Manuel López Obrador, que inició con la rehabilitación de las vías férreas Palenque-Escárcega, se plantea bajo un esquema en el que los visitantes puedan recorrer las comunidades de la región sin concentrarlos en un solo punto, para crear oportunidades laborales y distribuir la riqueza en la región.
Según el propio gobierno, la base de lo anterior es un modelo de desarrollo sustentable, donde no se depreda el ambiente y se promueven medidas de mitigación, compensación y protección del entorno.
Ni bien pasó un día desde el inicio del comienzo de las obras, se develaron más detalles sobre su edificación. El primero de ellos fue que en los próximos dos meses se licitarán los primeros cuatro tramos de siete que compondrán el tren.
La construcción de dichos tramos, cuyo costo individual ronda entre los 15 y los 18 mil millones de pesos, serán agilizados mediante una serie de estímulos. Específicamente, indicó el presidente López Obrador, por cada kilómetro construido las empresas percibirán un porcentaje del apoyo destinado por el gobierno a las obras.
“Entonces así sí nos va a alcanzar el recurso público, porque no todo va a ser inversión del gobierno, la mayor parte va a ser inversión del sector privado”, destacó el mandatario.
Respecto a la polémica respecto a los estudios técnico-ambientales y las prospecciones arqueológicas del proyecto, se adelantó que se habrán de elaborar durante el próximo año.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) será presentada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) una vez que se tengan avances en el proyecto ejecutivo, para someterlo posteriormente al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental (PEIA)ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De acuerdo el encargado del tren en Quintana Roo, Pablo Careaga Córdova, durante 2019 también se llevará a cabo la Consulta Indígena a los pueblos originarios y a las poblaciones ejidales.
“A partir de hoy se divide el proyecto en dos: Empezamos con la rehabilitación de las vías existentes (…) básicamente lo que vamos a hacer ahí es cambiar las vías viejas, por otras nuevas (…) no hay que hacer grandes estudios, es básicamente como tapar el bache en una carretera”, indicó Careaga Córdova respecto al inicio de los trabajos.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués, se manifestó a favor del Tren Maya, aseverando que es un claro ejemplo de desarrollo e integración regional del producto turístico
“Se configurará un circuito turístico que detone la economía de cada entidad y de la región, porque se trata de una población que enfrenta problemas de pobreza y pobreza extrema”, comentó el secretario.
Con estos elementos, el Tren Maya parece haber iniciado con una mejor prospectiva de la planteada en meses previos, y de seguir su manufactura con todo el rigor ecológico necesario podría constituirse como un punto fuerte del turismo planteado por la presente administración.
Pueblos Mágicos, sin rumbo fijo
Así como dio comienzo una iniciativa del gobierno federal, parece que habrá de finalizar otra: los Pueblos Mágicos. Esto ya que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 no se contemplan recursos para este rubro en las 121 localidades que cuentan con el distintivo.
Torruco Marqués, que planteó una revisión del Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos (Prodemágico) escasos meses antes, confirmó la decisión bajo el argumento de que se busca que las entidades y municipios inviertan recursos en su propia estructura y promoción, además de la ya consabida austeridad republicana.
¿En qué medida esto beneficiará o afectará a las comunidades que operaban como pueblos mágicos? Es algo que sólo el tiempo dirá. Sólo queda esperar que, en caso de que esto redunde en un perjuicio para el sector, la Sectur siga el ejemplo presidencial de cambiar en su momento el rumbo.
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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx
