Dublín.- Irlanda no se adherirá a los planes de reforma fiscal mundial, afirmó el jueves el ministro de Finanzas irlandés Paschal Donohoe, consolidando la resistencia del país a esta medida que gana apoyos en todo el mundo.
Alrededor de 132 países han dado ya su visto bueno a reformas en materia de fiscalidad internacional que incluyen un impuesto de sociedades mínimo del 15 por ciento.
El sábado, los ministros de Finanzas del G20, que agrupan a las 19 mayores economías más la Unión Europea, respaldaron el histórico acuerdo.
El plan está liderado por Estados Unidos, cuya secretaria del Tesoro, Janet Yellen, denunció la erosión de los ingresos nacionales por «treinta años de carrera a la baja en los impuestos de sociedades».
Pero Irlanda, que aplica un 12.5% al impuesto de sociedades y es considerada por algunos como un «paraíso fiscal», no apoyará los planes tal y como están, afirmó Donohoe.
«Lo que está sobre la mesa en este momento es un acuerdo del que Irlanda no puede formar parte», declaró a la radiotelevisión pública irlandesa RTE.
«Estamos comprometidos a negociar para ver si podemos entrar en el acuerdo en algún momento, pero yo defiendo el 12.5%», agregó, subrayando que «ha sido una característica clave de nuestra política económica desde hace décadas».
El diario Irish Examiner había afirmado que el gobierno de Dublín planeaba renunciar a su tipo del 12.5% —que ha atraído a numerosas empresas tecnológicas y farmacéuticas estadounidenses instaladas en Irlanda— como parte de un nuevo acuerdo fiscal de la OCDE en octubre, por temor a verse excluido de la escena internacional.
«Irlanda seguirá defendiendo el derecho de los países pequeños a conservar alguna ventaja competitiva, pero no queremos ser un país atípico en lo que respecta a un acuerdo fiscal mundial», declaró al periódico una fuente gubernamental.
Aceptar la propuesta del 15% crearía «problemas» para «las personas que han invertido en nuestra economía y tienen expectativas respecto a la previsibilidad de nuestra tasa en el futuro», afirmó Donohoe.