Ciudad de México.- «Si alguna de las dos opciones para construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México no fuera viable, sería una irresponsabilidad plantearla y después construirla», afirmó Javier Jiménez Espriú, propuesto para secretario de Comunicaciones y Transportes en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo.
Jiménez Espriú negó que sólo se esté hablando de que el actual proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) sea sólo más caro, sino que, explicó, existen diferentes impactos, no sólo en el tema financiero, sino ecológicos, urbanos y sociales en esa obra.
Refirió a las dos opciones planteadas por el presidente electo para la construcción del nuevo aeropuerto y la consulta pública que se realizará, y reiteró que ambas son viables; aclaró que no existe preferencia por ninguna.
Al hablar sobre las versiones que señalan la posibilidad de que los aviones choquen en el Base Aérea de Santa Lucía, Jiménez Espriú dijo que era «exagerado» afirmar eso, pues «nadie ha dicho que los aviones choquen».
Detalló que en el informe de MITRE (organismo del Instituto Tecnológico de Massachusetts), se precisa que en la Base Aérea de Santa Lucía existen zonas de interferencia, pero «sí funcionaría (el aeropuerto) siempre y cuando se disminuyan las frecuencias».
El funcionario propuesto para ocupar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) opinó que a su parecer, hablar de «que chocan los aviones es una posición alarmista y no es el caso».
Aseguró que los técnicos que dicen que el proyecto de Santa Lucía es viable señalan que sí hay formas de resolver el tema de las frecuencias.
Insistió que el asunto no es que una opción sea absolutamente inviable y la otra sea más cara.
Al ser cuestionado sobre los costos de la consulta, rechazó que se trate de un ejercicio caro y admitió que aún no se tiene la forma o el método para realizarla. Indicó que aún no sabe cómo se va a hacer, ya que puede ser consulta o encuesta.
Expuso que hoy inicia el proceso de consulta al entregar los documentos a los técnicos, ingenieros, empresarios, expertos y grupos sociales. Se recabará la información para darla a conocer e ir formando la opinión de la ciudadanía, y a partir del 8 de septiembre se realizarían mesas de debate públicas, donde se solicitaría el apoyo de los medios para hacerlas públicas y que la población se entere de los pros y contras.
Sobre si no es un contrasentido consultar con los ciudadanos un tema que corresponde a los expertos, Jiménez Espriú aseguró que no, puesto que se informará a toda la comunidad acerca de los aspectos que competen a los técnicos.
Al responder si no sale más caro cancelar el actual proyecto que se está construyendo que terminarlo, Jiménez Espriú subrayó: «Sale más caro echarle más dinero bueno al malo», hay que tomar las decisiones en el momento más conveniente.
Sin embargo, reconoció que cancelar el actual proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México representaría una pérdida económica, pero en vista de que la opción de Santa Lucía es considerablemente más económica en cuanto a la inversión y al mantenimiento, se daría una compensación financiera.