Osaka.- El ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, dijo que las autoridades están preparadas para responder a los movimientos especulativos de la moneda, una nueva advertencia que llega días después de que Tokio interviniera en el mercado de divisas para frenar la caída del yen por primera vez en más de dos décadas.
Suzuki también dijo en una conferencia de prensa el lunes que el gobierno y el Banco de Japón (BoJ) están en la misma página al compartir las preocupaciones sobre las fuertes caídas de la divisa.
«Estamos profundamente preocupados por los recientes movimientos rápidos y unilaterales del mercado, impulsados en parte por el comercio especulativo», dijo Suzuki en la conferencia de prensa. «No hay cambios en nuestra postura de estar preparados para responder según sea necesario» a tales movimientos, añadió.
Es probable que Japón gastara el jueves pasado una cifra récord de unos 3,6 billones de yenes (25.000 millones de dólares) en su primera intervención de venta de dólares y compra de yenes en 24 años para frenar el fuerte debilitamiento de la moneda, según las estimaciones de las empresas de corretaje del mercado monetario de Tokio.
El gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, dijo el lunes que es probable que el banco central mantenga su política monetaria ultralaxa por el momento, pero añadió que su compromiso de mantener las tasas de interés en los «niveles actuales o más bajos» no tenía por qué permanecer necesariamente sin cambios durante años.
En la conferencia de prensa de la semana pasada, Kuroda afirmó que era poco probable que el BoJ cambiara su orientación sobre tasas durante «dos o tres años», pero el lunes se retractó.
«No será en tanto tiempo, sino en dos o tres años», dijo Kuroda en una reunión informativa en Osaka, al oeste de Japón, señalando que la orientación podría cambiar dependiendo del tiempo que la economía tarde en emerger completamente de los efectos de la pandemia del COVID-19.
No obstante, Kuroda advirtió de los crecientes riesgos para la economía japonesa y subrayó su decisión de mantener las tasas ultrabajas, pese a que los analistas aseguran que está ayudando a acelerar la caída de la moneda japonesa.
«Si los riesgos para la economía se materializan, obviamente tomaremos varias medidas de flexibilización monetaria sin vacilar, según sea necesario», dijo en una reunión con ejecutivos de negocios en Osaka, al oeste de Japón.