Jóvenes, única alternativa para repensar viejos problemas: Ramírez Marín

Al inaugurar el Parlamento Mexicano de la Juventud, pidió abrir espacios para que se manifiesten como lo hicieron durante los pasados sismos

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Ciudad de México.- El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, declaró inaugurados los trabajos del Primer Parlamento Mexicano de la Juventud, integrado por 128 participantes de entre 18 y 29 años de edad, de todas las entidades del país.

“¿Protestan desempeñarse leal y patrióticamente como parlamentarias y parlamentarios del Primer Parlamento Mexicano de la Juventud, trayendo la voz de las y los jóvenes mexicanos y pugnando por el respeto y goce de todos los derechos de todos ellos?”, preguntó. Ellos contestaron: “Sí protesto”.

Ramírez Marín repuso: “estoy seguro de que así lo harán, si no lo hicieren que todos los jóvenes de México se los demanden”.

El diputado resaltó el equilibrio que hay en la Mesa Directiva y dijo que ésta “será histórica”. Posteriormente, tomó protesta a su presidenta Cinthya Fernanda Ramírez Márquez y ella, a su vez, tomó protesta a los vicepresidentes y secretarios de la Mesa Directiva.

Ramírez Marín afirmó que para repensar los viejos problemas del país, la única alternativa son las y los jóvenes. “Es innegable que lo que estamos haciendo hoy no es suficiente, necesitamos ideas que reten la lógica y que desafíen y eso es un poco lo que buscamos, cuando convocamos a estos parlamentos”.

Reconoció que se requieren planteamientos nuevos en materia de combate a la pobreza, a las adicciones y a la desigualdad.

Existen muchas situaciones qué resolver en el país, “sin que unas se agoten, otras nuevas llegan, van surgiendo; ningún sector social es ajeno y es necesario estrechar el contacto con las y los jóvenes mexicanos”.

Señaló que la juventud es la etapa de las novedades, de lo nunca antes visto, lo insospechado y ruptura de paradigmas; pero es necesario que la participación activa de este sector no quede como la comunicación respecto a las tecnologías.

“Así como la nuestra no puede quedar en mandar tuits o aumentar el número de seguidores, la de ustedes no puede quedar en la crítica a través de las redes sociales; deben exigir que sea veraz. Es lo que nos va a poner en prueba”.

Llamó a las y los parlamentarios juveniles a no perder la oportunidad del contacto mano a mano, de la comunicación directa, de pisar la calle, de conocer al pueblo, “no sólo a través de las redes sociales. Entrar y tocar sigue siendo indispensable y sigue siendo una experiencia única que no vale la pena abandonar”.

Se requiere una opinión crítica, pero no sólo en el mundo digital; “les queremos en la calle, les queremos aquí en el Parlamento”.

El problema de la pobreza es viejo, dijo, por la insistencia en utilizar “los mismos viejos modos. Ideas frescas y nuevas, seguramente están en la mente de ustedes, quizá retándoles primero a ustedes mismos, y necesitamos que reten a quienes tienen la responsabilidad de combatirla”.

Destacó la diversidad marcada por los diferentes modos de pensar y de ver el mundo. “Nos referimos a diferentes juventudes en un mismo momento y eso es a favor, porque tenemos jóvenes con más puntos de vista y las posibilidades de encontrar soluciones, se amplían”.

Sin embargo, refirió que además de la diversidad existen diferencias territoriales, en todos los aspectos, “que les hacen seres únicos y diferenciados, pero también desiguales”.

Reconoció que México tiene la juventud que necesita: interesada por saber, “es el primer paso en la acción política, en la acción para el cambio y es fundamental”.

Pidió abrir espacios para que este sector se manifieste. “Cuando no lo hacemos encuentra sus espacios; vean lo que sucedió durante los pasados sismos, el ejemplo de la juventud fue, sin lugar a dudas, impresionante”, subrayó.

Se pronunció por que el Parlamento deje propuestas, ideas, discusiones, busque soluciones tangibles, y que todos los trabajos realizados sean exitosos.

“Que encuentren gente que haga que estos trabajos repercutan en la realidad, y esa sigue siendo tarea de nosotros. Aunque en muchas cosas podríamos haberles decepcionado, créannos que en otras lo que nos mantiene aquí es lo mismo que les trajo a ustedes aquí: nos interesa, queremos cambiar y creemos que hoy sigue habiendo oportunidades de cambio para este país”.

Expresó que el debate debe romper los moldes de los lugares comunes, de las ideas tradicionales, de las críticas sobadas, y desafiar las consecuencias. “No es un concurso de oratoria, ni de críticas; es un concurso de propuestas, de ideas. Rétense y manifiéstense con toda libertad”, puntualizó.