Ciudad de México.- El crecimiento desordenado en las ciudades impacta en el medio ambiente, nuestro desarrollo y economía. Para evitarlo, una de las soluciones es impulsar la vivienda vertical intraurbana.
Ocho de cada 10 mexicanos viven en ciudades, lo que provoca el crecimiento de las manchas urbanas, ya que la gente compra viviendas en las periferias principalmente porque el costo es menor.
El precio a pagar y el tamaño de la vivienda pueden representar un sacrificio para las familias al momento de elegir la vivienda vertical intraurbana; sin embargo, las ventajas son mayores para el ambiente, las futuras generaciones y los compradores, ya que:
- Viven más cerca de sus fuentes de trabajo, centros educativos e infraestructura urbana.
- Tienen mayor seguridad en la vivienda.
- Ahorran dinero y tiempo en transporte.
- Cuentan con áreas verdes, recreativas y comerciales más cercanas.
- El mantenimiento es más barato al ser compartido.
La vivienda vertical también beneficia al empleo, pues el sector de la construcción requiere mayor mano de obra y personal para su edificación.
Asimismo, los gobiernos locales pueden disminuir costos y aumentar la eficiencia en algunos servicios públicos como seguridad y recolección de basura.
Y lo más importante: promueve la cohesión social, la convivencia entre los habitantes, así como la preservación de usos y costumbres.
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