Ciudad de México.- El Plan Sectorial de Energía 2020-2024, publicado en julio de 2020, plantea alcanzar la autosuficiencia energética en 2024, al aumentar la plataforma de producción de Pemex con respecto a lo producido en 2018. Sin embargo, este objetivo se vislumbra poco viable, ya que de 2010 a 2018 la producción petrolera presentó tasas de decrecimiento promedio anuales de -9%.
La autosuficiencia energética se mide mediante el índice de independencia energética, que resulta del total de la producción de energía primaria y el total del consumo de energía. De esta forma, un índice mayor a uno indica que el país es superavitario de energía, mientras que un índice menor a uno indica que el país es un importador neto de energía.
La producción de energía primaria nacional presenta tasas de crecimiento negativas desde el 2004. Debido a esto, el índice de independencia energética se ha reducido, y desde 2015 es menor a uno. En 2018, el índice fue 0.7, lo que indica que, en términos netos, 30% de la energía consumida es importada.
Tonatiuh Vázquez Pérez, coordinador de Energía y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), puntualizó que la tendencia decreciente de la producción petrolera, y la falta de inversión en el sector, aunado a la situación financiera de Pemex, son factores que pueden comprometer el avance de las metas del Plan Sectorial. Por otro lado, destacó que las medidas que se han emitido en materia eléctrica dificultan el cumplimiento de las metas de energía limpia.
