Shanghái.- El desplome del mercado bursátil chino está causando pérdidas de miles de millones de dólares en derivados vinculados a los índices bursátiles del país, lo que provoca un círculo vicioso de ventas de acciones y contratos de futuros cuando los agentes en el mercado están tratando de gestionar sus riesgos.
Los mercados bursátiles de Hong Kong y de China continental se desplomaron el lunes, prolongando una larga racha de debilidad provocada por la salida de inversores extranjeros alarmados por la tambaleante economía china y la falta de medidas de estímulo.
Los precios de las acciones se estabilizaron un poco el martes, después de que las autoridades anunciaron planes de apoyo al mercado, pero los analistas dudan si animarse.
El índice CSI1000 de pequeña capitalización ha cotizado por debajo del nivel de los 5.000 puntos esta semana, tras desplomarse un 6% el lunes, a su nivel más bajo en casi cuatro años.
Agentes en el mercado dijeron que la caída provocó niveles de «knock-in» (que activan un ejecución de opciones) de los productos «snowball» (que aumentan la inversión en un activo en la medida en que más ganancias genera), también conocidos en algunos mercados como «auto-callables», lo que llevó a una venta forzada de contratos de futuros sobre acciones que presionó aún más al mercado.
«Hay una serie de productos estructurados minoristas denominados ‘snowballs’ (bolas de nieve) que están alcanzando sus niveles de ‘knock-in’, es decir, donde activan las órdenes para frenar las pérdidas», dijo Jon Withaar, que gestiona un fondo de cobertura de situaciones especiales en Asia en Pictet Asset Management.
El repunte de los volúmenes de negociación de futuros demuestra que estos productos se han cubierto mediante futuros sobre acciones, añadió.
Los «snowballs» son derivados en los que los inversores reciben un cupón similar al de un bono si los activos subyacentes, como los índices CSI500 y CSI1000, no alcanzan un nivel predeterminado de «knock-in».
Fueron muy populares entre los inversores hasta hace poco, cuando empezaron ocurrir «knock-in» con más frecuencia a medida que caían los índices.
Los analistas de UBS calculan que el importe teórico de estos productos ronda los 50.000 millones de dólares y que probablemente se haya alcanzado el 40% de los knock-in.
La agencia de valores China International Capital Corp (CICC) calculó que los niveles medios de knock-in de muchos productos de bola de nieve vinculados al CSI500 y al CSI1000 se sitúan en 4.865 puntos y 4.997 puntos, cerca de donde ya están los índices.
Los analistas de Bank of America afirmaron que el efecto bola de nieve fue una de las razones de la caída bursátil, y un lastre para el ya débil mercado de valores. El banco calcula que un nuevo descenso del 6% al 7% de los índices CSI500 o CSI1000 desencadenará otra ronda de caídas.
Un inversor minorista, Shi, que pidió ser identificado solo por su apellido, dijo que había invertido un millón de yuanes (139.466 dólares) en bolas de nieve ligadas al índice CSI1000 y descubrió que sus productos habían alcanzado el nivel de knock-in el lunes.
Cuando compró los productos a dos años, a principios de 2023, esperaba obtener una rentabilidad de al menos el 8%. Pero ahora, a menos que el índice supere el nivel de 7.000 en el plazo de un año -lo que implica un alza del 40%-, no ganará ningún cupón y perderá parte de su capital.
Mientras tanto, a medida que se alcanzan los niveles de knock-in, los intermediarios venden futuros sobre índices bursátiles para cubrir su exposición.
Los contratos de futuros sobre el CSI1000 con vencimiento en septiembre de 2024 cayeron el lunes el límite máximo diario del 10%, situándose un 8% por debajo de donde cotizaba el índice.
Los contratos de futuros sobre el CSI1000 con vencimiento en febrero registraron un volumen de negocio de 93 000 millones de yuanes el lunes, una cifra que contrasta con el promedio diario de 13.000 millones de yuanes del mes pasado.
Zhou Zhiyang, gestor de fondos de Jiahe Private Fund Management, dijo que la divergencia entre los precios de los futuros y los precios al contado estaba atrayendo al arbitraje, que trata de beneficiarse vendiendo en los mercados al contado y comprando contratos de futuros.
Los productos «bola de nieve» son similares a los productos vinculados a índices que se vendieron en la crisis financiera de 2008, en los que los inversores apostaban a que la renta variable estadounidense no caería más de un 25% o un 30%, dijo David Huang, estratega jefe de inversiones de AllianceBernstein, en una rueda de prensa el pasado viernes.
«Y resultó que lo que se pensaba que no ocurriría, acabó ocurriendo. Esto también demuestra que las acciones A pueden estar en su última ronda de caídas», dijo Huang, sugiriendo que la venta relacionada podría indicar que los precios de las acciones pueden estar cerca de tocar fondo.