Fráncfort.- El grupo aéreo alemán Lufthansa informó el martes de una caída interanual de su beneficio operativo en el tercer trimestre, mientras su marca insignia lucha contra los bajos rendimientos, la competencia con las aerolíneas internacionales y la espiral de costes.
El beneficio operativo del tercer trimestre, de 1,300 millones de euros (1,410 millones de dólares), coincidió en gran medida con las expectativas de los analistas consultados por la empresa, pero fue un 9% inferior al del año anterior.
«El retraso en las entregas de aviones, los problemas de puntualidad en nuestros centros de conexión en Alemania y las desventajas regulatorias están afectando a nuestra marca principal», expresó Carsten Spohr, director ejecutivo de Lufthansa, en un comunicado.
El tercer trimestre, que incluye los meses de verano boreal más ajetreados para los viajeros, suele ser el más fuerte para las aerolíneas europeas. Sin embargo, el aumento de los costos, la imprevisibilidad ligada a la crisis de Oriente Medio y los retrasos en la entrega de aviones siguen lastrando los beneficios.
Las acciones de Lufthansa bajaban un 2.5% tras conocerse los resultados. También caían las acciones de Wizz Air, IAG, propietaria de Iberia y British Airways, y easyJet.
Las aerolíneas de pasajeros de Lufthansa, que incluyen su marca homónima y otras empresas como Austrian Airlines, Swiss International y Eurowings, generaron un beneficio operativo de 1,200 millones de euros en el tercer trimestre, por debajo de los 1.400 millones del mismo periodo de 2023.
El descenso se debió principalmente a una caída de 234 millones de euros en el resultado de su marca principal, Lufthansa Airlines, según informó la compañía en un comunicado. También influyó la ralentización de la recuperación de los viajes corporativos, según los analistas.
«Probablemente se enfrentan al contexto industrial más difícil de todas las aerolíneas europeas: eran las más dependientes de los ingresos corporativos antes de la pandemia», dijo a Reuters Alex Irving, analista de Bernstein.
En concreto, la aerolínea se ha quejado repetidamente de su lucha por competir con las compañías chinas que aún pueden sobrevolar el espacio aéreo ruso, lo que ha llevado a Lufthansa a suspender su ruta de Fráncfort a Pekín.
Los rendimientos, un indicador indirecto de las tarifas aéreas, cayeron un 14% en la región Asia-Pacífico en el tercer trimestre, según informó la empresa.
«El hecho de que Lufthansa tenga que eliminar de su programa de vuelos una de sus rutas más antiguas, Fráncfort-Pekín, muestra hasta qué punto está cambiando el equilibrio de la competencia internacional», dijo un portavoz de Lufthansa a Reuters en un correo electrónico.
«Las aerolíneas europeas están en una posición competitiva extremadamente desigual con China, así como con las aerolíneas del golfo Pérsico y el Bósforo».
El grupo ha puesto en marcha un programa de cambio de rumbo en su marca principal como parte de un esfuerzo por recuperarse después de un año de beneficios difícil hasta la fecha.
Lufthansa ya ha emitido dos advertencias de beneficios en este ejercicio, al tener que hacer frente a los costes derivados de las huelgas.
Hasta 2026, las medidas de reducción de costes tendrán un efecto bruto en el beneficio operativo de unos 1,500 millones de euros, según la compañía.
Lufthansa confirmó sus perspectivas para el conjunto del año, fijando los resultados de explotación del grupo en una banda de entre 1,400 y 1,800 millones de euros, y manteniendo el 8% como objetivo a medio plazo para su margen de beneficio operativo. Los analistas han puesto en duda que pueda alcanzarse en 2026.
El margen de beneficios para el ejercicio 2024 se espera que sea del 4.3%, según la estimación media de los analistas de la empresa.