Martí Batres nuevo director del ISSSTE

El actual jefe de Gobierno de Ciudad de México estará al frente de la dependencia de salud para los trabajadores del Estado

120

Ciudad de México.– Claudia Sheinbaum anuncio que Martí Batres, actual jefe de Gobierno de Ciudad de México, será el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Cuando dejó su puesto como jefa de Gobierno para contender como candidata presidencial, Claudia Sheinbaum dejó a cargo de la ciudad a Martí Batres. Desde entonces, el político ha afrontado la gestión capitalina y algunas de sus polémicas, como el escándalo del agua contaminada de la alcaldía Benito Juárez, sobre el que su Gobierno dio carpetazo y reservó la información durante tres años. Batres es parte de una de las familias fundadoras de Morena y su hermana, Lenia Batres, fue elegida por el presidente Andrés Manuel López Obrador como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Batres agradeció la invitación a Sheinbaum y prometió cumplir con todas las tareas que haya durante el próximo Gobierno: “Seguir contribuyendo a un Estado de bienestar, una tarea histórica que ha comenzado con la 4T, que implica construir los pilares que son la salud, la educación, el trabajo, la vivienda y la seguridad social”.

El sistema de salud mexicano está fragmentado según la situación laboral de cada persona. Para quienes trabajan en el sector público federal, el principal proveedor es el ISSSTE, mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda cobertura a empleados del sector privado. A cargo de este último seguirá Zoé Robledo, quien fue nombrado por López Obrador. Mientras, la semana pasada, Sheinbaum anunció a Alejandro Svarch como nuevo director del IMSS-Bienestar, la opción pública para los mexicanos que no tienen acceso a otro tipo de atención sanitaria.

En México, el acceso a la salud sigue siendo un privilegio. El país tiene apenas 2,5 médicos por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de los 3,7 que recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La protección de la salud con acceso y cobertura universal ha sido una aspiración por mucho tiempo en México, una meta que el Gobierno de López Obrador puso sobre la mesa nada más llegar en 2018.

Seis años más tarde y con una pandemia de covid-19 inédita, el acceso de servicios de sanidad no solo no avanzó, sino que retrocedió para casi 30 millones de personas, según las cifras oficiales. La promesa de un sistema de salud igual al de Dinamarca ha quedado en retórica en el último tramo de esta Administración y, por el contrario, siguen sin subsanarse algunos de los problemas más latentes en esta materia desde hace dos décadas: déficit de personal, hospitales sin camas o equipos, citas de especialidad con filas de espera de meses y carencia de medicamentos que deben cubrir los propios enfermos.