Ciudad de México.- El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Fernando López Macari, señaló que se debe resolver el problema del aeropuerto y pasar la página, ya que genera incertidumbre sobre el futuro de las inversiones en el país.
El especialista indicó que no está claro si el proyecto se va a suspender o no, ya que las decisiones tomadas en la Junta de Gobierno del Grupo Aeroportuario han sido continuar con las obras, sin embargo, también está el planteamiento de la Secretaría de Hacienda para la recompra de los bonos.
López Macari recordó que el proceso de recompra necesita tener esa mayoría para cambiar que el aeropuerto fuera o no en otros lugares, así como la cancelación de Texcoco, sin que conlleve a una exigibilidad inmediata de 100 por ciento de la deuda emitida.
“Nos preocupa que no haya un acuerdo, un consenso con los tenedores de bonos… mientras esta recompra de los bonos siga abierta y siga sin una clara definición, genera incertidumbre sobre el futuro de las inversiones en el país”, afirmó.
En este sentido, expuso que en este momento no existe la certeza si vaya a ser Texcoco, Santa Lucía o Toluca, o si las autoridades internacionales van a aprobar los vuelos a esos aeropuertos.
Por lo que, comentó, ante la incertidumbre los mercados e inversionistas se reservan sus capitales, además de que los refugian en algunas economías o proyectos que les den mayor certidumbre, por lo que “es necesario resolver ese problema y pasar la página”.
El presidente del IMEF dijo que para que no continúe la obra se requiere de la cancelación del fideicomiso con los tenedores de bonos, cuya mayoría requerida no va a suceder si los tenedores se aferran a los mismos instrumentos financieros.
Además, detalló que la Secretaría de Hacienda optó por la metodología holandesa de empezar una oferta con un precio bajo, para después subirla de acuerdo con las reacciones del mercado, las cuales han sido insuficientes para los tenedores de los bonos.
Por los que, explicó, la dependencia podría continuar incrementando su valor o retirar la oferta y asumir los costos de la cancelación del contrato, lo cual conllevaría la exigibilidad del capital e intereses de la deuda o a la continuación del proyecto del aeropuerto bajo otro esquema.