Ciudad de México.- A nadie debe sorprenderle que Siria haya sido considerado el país más mortífero del mundo en 2016, pero el segundo país en la lista quizás te sorprenda: México.
Las guerras del narcotráfico entre el gobierno y cárteles de las drogas y las luchas intestinas entre estos cobraron 23.000 vidas durante el año pasado en el país. La cifra sólo es superada por Siria, donde murieron 50.000 personas como resultado de la guerra civil.
“Esto es aún más sorprendente, considerando que las muertes por conflictos [en México] son casi todas atribuibles a armas pequeñas”, dijo John Chipman, director ejecutivo y director general del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), que emitió su informe anual sobre conflictos armados el martes.
“Las guerras en Irak y Afganistán causaron 17.000 y 16.000 muertes respectivamente en 2016, aunque en letalidad fueron superadas por los conflictos en México y Centroamérica, que han recibido mucha menos atención de los medios de comunicación y la comunidad internacional”, señaló Anastasia Voronkova, editora de la encuesta.
En comparación, hubo 17.000 muertes por conflictos en México en 2015 y 15.000 en 2014, según el IISS.
Voronkova precisó que el número de homicidios aumentó en 22 de los 32 estados de México durante 2016 y que las rivalidades entre cárteles incrementaron la violencia.
“Cabe destacar que los mayores aumentos de muertes fueron registrados en estados que eran campos de batalla claves para el control entre los carteles competidores, cada vez más fragmentados”, dijo.
“La violencia se agravó a medida que los cárteles expandieron el alcance territorial de sus campañas, tratando de” limpiar “áreas de sus rivales en sus esfuerzos por asegurar el monopolio de las rutas del narcotráfico y otros activos criminales”, agregó.
Los carteles de la droga mexicanos reciben entre $ 19 mil millones y $ 29 mil millones anualmente de ventas de la droga en EEUU, según el Departamento de la Seguridad Nacional.
Del informe del IISS se desprenden algunos datos positivos, sin embargo.
El número de muertes por conflictos en todo el mundo se redujo el año pasado, de 167.000 a 157.000.
Esta fue la segunda caída anual consecutiva, pues 180.000 personas murieron en 2014.
El número de muertes en Siria también disminuyó, de 55.000 en 2015 a 50 mil en 2016. Pero se reportaron 1.000 muertes más en Afganistán el año pasado que en 2015 y 4.000 en Irak.
