Caracas, Venezuela.– El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó hoy el asalto violento de grupos supuestamente simpatizantes del Gobierno a la Asamblea Nacional (Congreso), lo que dejó 12 heridos, incluyendo a cinco diputados.
Maduro encabezó una exhibición del poder militar del país por el día de la independencia y se refirió a los hechos en la sede legislativa, después que los diputados lo responsabilizaran de los sucesos.
«Han ocurrido unos hechos extraños en la Asamblea. Siempre extraños donde está la oposición. Unos hechos de riñas y violencia. Yo condeno esos hechos, no seré cómplice de esos hechos y he ordenado la investigación para que se haga justicia. No acepto violencia de nadie, que se investigue y se diga la verdad», afirmó rodeado por los mandos militares.
El Ministerio Público informó que designó a un fiscal para investigar el «ataque» a la Asamblea.
Poco antes, un grupo de presuntos simpatizantes del Gobierno ingresó a la sede de la Asamblea Nacional para agredir con palos, barras de metal y petardos a los diputados de la mayoría opositora.
El incidente eclipsó el desfile militar por el día nacional, el cual fue transmitido en una cadena de radio y televisión.
Los legisladores denunciaron que los asaltantes ingresaron con el propósito de «asesinar diputados». Al respecto, mostraron paredes ensangrentadas y con impactos de balas, además de conchas de proyectiles disparados.
Asimismo, acusaron a Maduro de lo ocurrido, ya que el comando militar que custodia la sede legislativa desapareció y permitió que los agresores ingresaran al palacio Federal.
El diputado Américo De Grazia fue llevado de urgencia a una clínica con una contusión en la cabeza y varias costillas rotas.
El jefe de la Asamblea, Julio Borges, calificó los hechos como un “episodio vergonzoso e infame” y advirtió que los diputados se mantendrá en la lucha por restituir el orden constitucional, del que acusan a Maduro de haberlo violado.
El jefe de la comisión de Política Exterior de la Asamblea, Luis Florido, afirmó que los asaltantes «venían a asesinar diputados».
«Es esa misma Guardia Nacional que nos reprime cuando marchamos en las manifestaciones, hoy desapareció para que el recinto fuera violado», afirmó.
Agregó que era inexplicable que la Guardia Nacional hubiera abandonado su punto de seguridad para proteger el recinto.
El jefe de la bancada opositora, Stalin González, denunció que soldados de la Guardia Nacional abrieron la reja metálica por donde ingresaron los asaltantes.
“La Guardia Nacional abrió el portón para que ingresaran estos asaltantes para intimidar y agredir a los diputados. Nosotres estamos luchando porque se restituya el hilo constitucional”, recalcó.
Antes del incidente fueron lanzados petardos hacia los jardines del Palacio Federal, luego de que terminara una sesión especial por el día de la Independencia Nacional en la que solo acudieron los diputados de la mayoría opositora.
Los diputados se refugiaron en la cámara, pero salieron a enfrentar al grupo de revoltosos cuando supieron que habían ingresado violentamente.
Los legisladores defendieron de la agresión con los puños y de la trifulca resultaron heridos De Grazia, Armando Armas y Leonardo Reinoso, además de otros dos diputados.
El primer vicepresidente de la Asamblea, Freddy Guevara, acusó a la Guardia Nacional y a Maduro de lo ocurrido.
«La responsabilidad es del coronel (Vladimir) Lugo, de la Guardia Nacional, que permitió el ingreso de estos colectivos con palos, cuchillos, fuegos artificiales a un poder nacional y agredieran a periodistas y diputados. Eso es lo que está pasando en Venezuela”, señaló.
«Salimos a defender el Palacio Legislativo, nuestro sitio de trabajo», dijo el diputado Richard Blanco con la camisa rota, y acusó al alcalde de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez, de pagar a los instigadores del asalto.
Los diputados lograron detener a uno de los asaltantes, a quien golpearon y retuvieron un carnet, supuestamente de la alcaldía de Caracas.
«A ti te pagan por matar a tus hermanos», le gritó la diputada Yajaira Forero.
Los hechos ocurrieron poco después de que el vicepresidente, Tareck El Aissami, ingresara sin aviso al palacio legislativo con un grupo de ministros para abrir el acta de la Independencia Nacional del 5 de julio de 1811, en lo que los diputados calificaron como un “asalto del Gobierno”.
En un discurso, El Aissami afirmó que el pueblo había ingresado a unos espacios que estaban “secuestrados” por la oligarquía, como el Gobierno llama a la oposición.