Yokohama.- El nuevo director ejecutivo de Nissan, Iván Espinosa, se enfrenta a una ardua tarea para sacar adelante al atribulado fabricante de automóviles japonés, sin garantías de que pueda revertir la caída de las ventas, incluso mientras se mueve para recortar costos, según analistas.
Con la falta de modelos nuevos, nuevos aranceles en su mercado más grande y una fuerte competencia de sus rivales locales y chinos, Nissan tendrá dificultades para apuntalar las ventas, que han caído un 42% desde el año comercial 2017.
Espinosa ha prometido acortar drásticamente los tiempos de desarrollo de vehículos y centrar su estrategia en Estados Unidos, su mercado más importante, en los crossovers y los vehículos utilitarios deportivos.
“Entendemos que una recuperación sostenible no puede basarse únicamente en la reducción de costos. También debe estar respaldada por una sólida oferta de productos”, afirmó.
Como parte de la estrategia, Nissan comenzará a ofrecer una versión híbrida enchufable del SUV Rogue, su vehículo más vendido en Estados Unidos, el cual busca desarrollarlo conjuntamente con su socio Mitsubishi Motors en América del Norte para este año.
Otra versión híbrida del vehículo se lanzará en el próximo año fiscal y estará equipada con la tecnología híbrida e-Power de Nissan.
“Necesitarán introducir productos atractivos para lograr este objetivo”, dijo Masahiro Akita, analista senior de Bernstein, refiriéndose a la expansión de su crecimiento de ingresos.
Los nuevos aranceles estadounidenses a las importaciones de automóviles y autopartes complican el plan de Nissan de mantener su caída de ventas en solo un 3%, a 3.25 millones de vehículos, en el año comercial actual y su necesidad de revertir la reducción de sus márgenes.
Los aranceles no sólo significan que podría tener que aumentar los precios de venta en Estados Unidos, sino que también aumentan los costos de insumos para sus plantas de fabricación. Las ventas en Estados Unidos repuntaron a alrededor de 938 mil vehículos en el último año fiscal, pero el aumento fue impulsado en gran medida por vehículos más pequeños y de menor precio, como el Sentra y el Versa importados de México.
El margen de beneficio operativo de Nissan en la región de América del Norte empeoró a -0.5% en el ejercicio fiscal recién finalizado, frente al 4.6% del período anterior, incluso pese a que vendió más coches en la región.
La empresa, que importa menos del 45% de sus ventas totales en Estados Unidos desde México y Japón, espera que los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump puedan costarle 450 mil millones de yenes (3.1 mil millones de dólares) en el año comercial actual.
Los márgenes también están bajo presión, debido a que Nissan aumenta los incentivos para reducir los inventarios de sus líneas de vehículos antiguos. Al mismo tiempo, se enfrenta a una creciente competencia, no solo de los ágiles fabricantes de vehículos eléctricos chinos como BYD, también a sus rivales nacionales, dijeron los analistas.
Su rival más pequeño, Suzuki, por ejemplo, vendió más que Nissan en los primeros tres meses de 2025, camino de reemplazarlo como el tercer mayor fabricante de automóviles de Japón, detrás de Toyota y Honda este año.
Como reflejo de su empeoramiento de la situación, Nissan es la acción con peor desempeño entre los principales fabricantes de automóviles japoneses, con una caída del 29% en lo que va del año, frente a una caída del 5.5% en el mercado en general
Según datos de LSEG, no hay recomendaciones de compra ni de compra fuerte para las acciones de Nissan entre los 18 analistas que siguen al fabricante de automóviles, y la mitad recomiendan vender o vender fuerte.
Hace tres meses, solo había una recomendación de compra. Espinosa, asumió el mando de Nissan el mes pasado de manos de su predecesor Makoto Uchida luego de que a principios de este año fracasaran las negociaciones de fusión con su rival más grande, Honda, que habrían creado el cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo.
Los analistas han dicho que Nissan, entre sus muchos errores, está pagando el precio de los años bajo el ex presidente Carlos Ghosn, donde se centró demasiado en el volumen de ventas y utilizó grandes descuentos para evitar que los automóviles salieran de los concesionarios.
Eso ha empañado su marca y ha dejado a la empresa con una línea de productos envejecida que ahora está luchando por actualizar.
Una de las preocupaciones sobre Nissan es que, no pueda resistir si los aranceles de Trump sobre los automóviles y las autopartes permanecen vigentes durante varios años.