Seúl.- Corea del Norte mantuvo hoy su tradicional retórica bélica contra Estados Unidos en medios oficiales, pese a la invitación del líder norcoreano Kim Jong-un para celebrar una cumbre con el presidente estadunidense Donald Trump, para hablar sobre la desnuclearización de la Península Coreana.
El principal diario norcoreano Rodong Sinmun incluye este sábado un editorial que carga contra los últimos paquetes de sanciones estadunidenses y en el que se asegura que el país asiático no se doblegará a la presión impuesta por Washington.
«No dejaremos que los estadunidenses determinen la diferencia entre el bien y el mal según los dictados de su líder y que pisoteen la verdad y la justicia”, afirma el texto.
El editorial también considera que las últimas sanciones que Washington anunció el pasado 7 de marzo contra el régimen por considerar que utilizó armas químicas para asesinar en 2017 a Kim Jong-nam, hermano de Kim Jong-un, son una medida “muy peligrosa” que “puede provocar una guerra”.
El editorial concluye afirmando que Corea del Norte no se postrará ante “el poder militar, las sanciones o los bloqueos” de Estados Unidos.
Ningún medio norcoreano han informado hasta el momento del anuncio realizado el jueves por la delegación surcoreana que se reunió con el propio Kim Jong-un en Pyongyang esta misma semana y que informó de que el líder norcoreano ha ofrecido al presidente estadunidense celebrar una cumbre sobre desnuclearización.
El presidente Donald Trump aceptó mantener una reunión con Kim Jong-un, en una relativamente inesperada concesión al diálogo tras meses de desencuentros retóricos entre ambos, que han insistido en intercambiar amenazas ante la estupefacción y la alarma de la comunidad internacional.
Aunque Trump aceptó la oferta casi de inmediato para celebrar una reunión en mayo, este viernes la Casa Blanca quiso rebajar el tono y aseguró que no habrá cumbre a no ser que Washington vea antes “acciones concretas” de Pyongyang que prueben su voluntad sincera de abandonar las armas nucleares.
De producirse el encuentro, sería la primera vez que los líderes de Corea del Norte y Estados Unidos se reúnen tras casi 70 años de confrontación iniciados con la Guerra de Corea (1950-1953) y de 25 años de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa nuclear del régimen comunista.