Nuevo pacto China-EU no garantiza que las tensiones no resurjan, aseguran expertos

"Los aranceles siguen siendo altos y las políticas de ambas partes están generando presión para que las dos economías se desacoplen”: Mark Williams

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Washington.- El pacto con el que culminó la última ronda de negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, celebrada en Londres, supone únicamente un alivio temporal y no presenta ninguna garantía de que los lazos entre las dos mayores potencias económicas del mundo vuelvan a agriarse, según analistas.

“El ámbito del acuerdo parece estar circunscrito a rebajar algunas de las recientes restricciones no arancelarias, incluidos los controles de China a la exportación de tierras raras”, explica en un informe el economista jefe para Asia de la consultora británica Capital Economics, Mark Williams.

“Por la parte positiva, ambas partes siguen negociando y suenan positivas, pero los aranceles siguen siendo altos y las políticas de ambas partes están generando presión para que las dos economías se desacoplen”, advierte.

El experto subraya que el consenso alcanzado en la anterior ronda de negociaciones en Ginebra quebró ante la falta de concreción sobre el compromiso de Pekín en materia de medidas no arancelarias: «EU se fue de Ginebra pensando que China estaba de acuerdo en eliminar los controles a la exportación de tierras raras”, minerales clave para sectores como automoción, aeronáutica, chips o defensa.

Sin embargo, China aseguraba que esas restricciones no iban únicamente en contra de Estados Unidos, como muestra el hecho de que diversos fabricantes europeos de automóviles hayan expresado temores por el suministro de esos elementos, de los que el país asiático tiene casi la mitad de las reservas globales y acumula casi el total de la capacidad de procesamiento mundial.

“Las últimas semanas han demostrado que el control de China del suministro de minerales clave le da mucha más influencia de lo que muchos pensaban”, agrega.

Pese a que todavía no se han desvelado detalles del pacto, Williams cree que “China acelerará la emisión de licencias para exportación a EU y EU anulará a cambio algunas de sus medidas no arancelarias”, entre las que figuran restricciones a la exportación de software de diseño de chips o la amenaza de revocar visados a estudiantes chinos.

La consultora Trivium China también cree que el pacto de Londres podría “permitir a EU y China dejar atrás el callejón sin salida de las tierras raras” y debatir otros asuntos comerciales para “establecer un nuevo ‘modus vivendi’”.

“Si eso es todo, (el acuerdo) simplemente es volver un mes al pasado, aunque eso parece suficiente para Donald Trump. En su presidencia, siempre y cuando él esté contento, todo va bien, incluso si ambas partes apenas hacen progresos”, apunta Williams.

Su informe recalca que «la relación económica (…) está mucho peor que hace unos meses», como muestra el hecho de que Trump haya avanzado gravámenes del 55% a China, mucho más altos de los que había antes de la escalada arancelaria.

Para Trivium, ante los numerosos desencuentros aún persistentes entre Pekín y Washington, “no hay garantía de que las relaciones no cambien a peor en los próximos días y semanas”.