- Relocalización, el reto
- Informalidad irreversible
- Santander baja tasas en 60 pb
Agustín Vargas*
En los últimos días escuchamos el canto de las sirenas salir desde Palacio Nacional, en el sentido de que en México no habrá crisis al final del sexenio como históricamente ha ocurrido en las últimas tres décadas. Más que un signo alentador para el país y la sociedad, esas afirmaciones, con tono petulante, deberían encender los focos amarillos.
Si bien en los últimos meses han mejorado las expectativas de crecimiento de la economía para este año de forma moderada, aún hay muchos pendientes por resolver. Los cálculos de los analistas en las encuestas han aumentado de alrededor de 1% a 1.6%. La estimación oportuna del INEGI indica que en el primer trimestre del año el PIB creció a una tasa anual de 3.8%, aunque no es razonable pensar en esa tasa para el año en su conjunto.
Reiteradamente se ha señalado que la perspectiva de la economía es sumamente favorable debido a las oportunidades que las tendencias a la relocalización presentan, pero también que hay mucho que hacer sobre todo en materia de política pública para aprovecharlas plenamente y en favor de segmentos que hasta ahora no han participado en la dinámica de la apertura de la economía.
Cabe apuntar, por ejemplo, que la economía se ha recuperado muy lentamente de la caída de la pandemia en 2020 y que ya entonces arrastraba un descenso sufrido en 2019. Para apreciarlo basta ver cómo se han recuperado otras economías emergentes, así como las de nuestros principales socios comerciales.
Hacia adelante los retos son la recuperación y la oportunidad, o sea la relocalización de las actividades productivas.
Sin embargo, de acuerdo con el más reciente análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, un elemento que sería más que deseable para aprovechar la oportunidad de manera significativa es un mercado laboral eficiente, que permita la absorción ágil al empleo formal y con la productividad adecuada. Esto es un aspecto fundamental de la modernización de la economía.
Informalidad irreversible
Cifras del INEGI indican que, en lo que va del sexenio, mientras la población en edad de trabajar ha aumentado en 6.6 millones, la población económicamente activa (PEA), o participación laboral, lo ha hecho en 4.6 millones. De ello, la afiliación al IMSS, que a menudo se interpreta como el indicador del empleo formal, se incrementó en 1.6 millones y la informalidad en 2.1 millones.
Las tasas de participación en el mercado laboral y de informalidad son prácticamente las mismas desde hace años. El flujo de personas que se incorpora a la informalidad no ha mejorado y ahora su número alcanza 32.4 millones, el 55.5% de la población ocupada.
Pero en otro sentido, la evolución del mercado de trabajo desde 2019 a la fecha no es alentadora. El trabajo se ha encarecido y la productividad cae.
Los salarios han subido de manera pronunciada desde el 2019. El mínimo lo ha hecho en 134.8%, 88.4% en términos reales. Por su parte el salario base de cotización al IMSS es 19% mayor al de 2018 a precios constantes.
Los incrementos de salario son en sí una buena noticia para los trabajadores y en cierta forma para la sociedad en general. Pero lo correcto es que se acompañen con mayor productividad. Si no es así, los aumentos implican un mayor costo unitario de la mano de obra y una pérdida de competitividad de la planta productiva que a la postre los hace insostenibles. Desafortunadamente ese es el caso en México.
Es importante, entonces, una estrategia para revertir la caída de la productividad con el fin de facilitar un crecimiento sostenible en el futuro. Es urgente, se ha tardado y en más de un aspecto se han tomado medidas en sentido contrario.
De igual forma es necesario combatir la informalidad mediante la aplicación de la ley y generando incentivos para ello en los programas sociales, que a la fecha son simplemente transferencias sin condiciones que más bien incentivan la informalidad laboral y contribuyen a perpetuar los niveles de pobreza.
Santander baja tasas en hipotecas
Banco Santander México reducirá hasta 60 puntos base la tasa de interés de sus hipotecas, con el fin de apoyar a los clientes para que concreten sus planes de adquirir una vivienda.
“Hemos visto ajustes al alza en las tasas de referencia por parte del Banco Central, pero confiamos en que se ha llegado al punto más alto, y por ello hemos decidido tomar el liderazgo y anticiparnos al mercado para incentivar a los clientes con una oferta atractiva disminuyendo, hasta 60 puntos base, nuestras tasas en hipotecas” anunció Antonio Artigues Fiol, Director Ejecutivo de Banca de Particulares de Santander México.
De esta manera, el portafolio de hipotecas de Santander ofrece desde el pasado 2 de mayo una nueva tasa. La más baja será de la hipoteca Diamante que llegará a 8.85%. Santander es el primer banco que hace ajuste de réditos luego de que comenzó el ciclo de alzas de la tasa de referencia. El banco espera que con esta iniciativa se concreten 20 mil hipotecas en lo que resta del año.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx