Optimismo desbordado

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  • Sostenibilidad del gasto, preocupante
  • Ausente la transparencia
  • Energía y turismo, sobreejercicios
  • Bono Verde de Resiliencia

Agustín Vargas*

Es una tradición en México que los reportes oficiales reseñan con particular y hasta desbordado optimismo la situación de la economía en general y de las finanzas públicas. Este gobierno no es la excepción, aun cuando las circunstancias son muy distintas a lo que sustentaría el optimismo.

Hace unos días la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Rogelio Ramírez de la O, dio a conocer el informe sobre las finanzas y la deuda pública del primer trimestre del año, el cual señala que la economía siguió creciendo al acumular seis trimestres ininterrumpidos al alza, además de afirmar que el crecimiento trimestral de 1.1% del PIB fue “algo no visto desde 2018”.

Esto es cierto siempre y cuando se compare con el mismo lapso de cada año. No obstante, esta aseveración es errónea si se observa que en el primer trimestre del año pasado el PIB creció 1.2%. Aunque este sería su segundo mayor avance desde el año que se menciona, la economía está lejos de una situación favorable.

Diversos analistas e instituciones de investigación económica han expresado que los resultados de las finanzas públicas del primer trimestre son preocupantes, especialmente en cuanto a la sostenibilidad de las fuentes de recursos, tanto recurrentes como no recurrentes, pues ello representa riesgos importantes para sostener el gasto gubernamental o la estabilidad de la deuda pública, sobre todo hacia el proceso electoral que se avecina.

Más aún, la información sobre la evolución del gasto en los proyectos insignia del gobierno en los que se ha erogado la mayoría de los recursos no comprometidos formal o informalmente ha sido irregular y en algunos casos simplemente inexistente.

Esto sin duda limita un análisis exhaustivo del presupuesto público por parte de la ciudadanía, de las mismas instancias oficiales, así como de organismos privados dedicados a su análisis, con la posibilidad de establecer escenarios equivocados o con objetivos políticos.

No hay duda que la irregularidad de la información sobre los proyectos insignia está relacionada con la animadversión que el gobierno y su partido (Morena) ha revelado hacia la transparencia, en especial ahora que ha iniciado el periodo electoral. De ahí la importancia de tener un organismo autónomo encargado de garantizar el acceso a la información y promover una cultura de transparencia y rendición de cuentas como lo ha hecho el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, (INAI).

La ausencia o inoperancia del INAI (provocada deliberadamente desde Palacio Nacional), entorpece gravemente el sano desarrollo presupuestario público y niega a la ciudadanía el derecho a la información sobre el uso de los recursos que aporta al gobierno.

La transparencia en el ejercicio de los recursos públicos es una característica esencial del proceso presupuestario en las democracias, algo que la actual administración simplemente se la ha pasado por el arco del triunfo.

Energía y turismo, sobreejercicios

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), analizó los recursos ejercidos en 2022, con la finalidad de mostrar si el sector público siguió la estrategia planteada hacia la recuperación económica y la atención de la población.

En el documento ‘Cuenta Pública 2022. Gasto público ante retos globales’, el CIEP expone que el gasto público fue 7.2% mayor al presupuesto aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el ejercicio fiscal 2022. Se identificaron sobreejercicios en 20 de los 26 ramos administrativos.

El ramo Energía recibió 305.9% más recursos de lo aprobado, debido a las aportaciones a Pemex para inversión en la refinería Dos Bocas, priorizando las energías fósiles sobre los derechos de la población al acceso de energías limpias.

En turismo, el presupuesto ejercido representó 177% más de lo aprobado, por la construcción del Tren Maya. En cuanto al sector educativo, éste tuvo un sobreejercicio de 4.7%. Sin embargo, los recursos ejercidos no fueron suficientes para cerrar brechas de aprendizaje que se profundizaron con pandemia, aunado a que, en 2022 el gasto en educación alcanzó el nivel más bajo de la última década.

En otro rubro, el programa IMSS-Bienestar y la Secretaría de Salud presentaron subejercicios de 11 mil 267 millones de pesos (mdp) y 22 mil 627 mdp, respectivamente, a pesar de que para 2022 se aprobó un aumento histórico de 14.6% al sector salud que se concentraba en dichos programas. De haberse ejecutado, este gasto habría contribuido a la atención de la población con mayores carencias de salud.

Bono Verde de Resiliencia

Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura del Banco de México, FIRA, celebraron en el emblemático Piso de Remates de la Bolsa Mexicana de Valores, la emisión de los primeros Bonos Verdes de Resiliencia, por un monto de 8 mil 500 millones de pesos.

Los recursos obtenidos en esta emisión estarán destinados a promover la inversión de proyectos productivos que puedan mejorar la resiliencia de los productores y cadenas de valor en el sector agropecuario y el medio rural.

“En Grupo Bolsa Mexicana de Valores reconocemos que, además de ser un pionero en emisiones verdes en la BMV, FIRA es un ejemplo de apoyo continuo a los sectores agropecuarios del país, con más de 69 años de experiencia, tendencia que seguiremos apoyando e impulsando”, comentó Marcos Martínez Gavica, presidente del Consejo de Administración del Grupo BMV.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx