Ciudad de México.- El paquete económico 2018, que el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda dará a conocer en los primeros días de septiembre, debe ser realista, objetivo y transparente, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo señaló que dada la mejora en la evolución de la actividad económica, se anticipa que los objetivos que se establecerán en este documento serán seguramente más ambiciosos que los que se dieron a conocer como ejercicio inicial en el abril pasado, en el documento de llamado Pre-criterios.
Esto responde en buena medida a los buenos resultados de las finanzas públicas en la primera mitad del año, estimó el organismo de investigación y análisis del sector privado en su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”.
De mantenerse en esa línea durante el segundo semestre, es probable que los resultados previstos en materia de superávit primario y reducción de la deuda total tanto para 2017 como para 2018 sean mejores a lo previsto, resaltó.
Afirmó que la confianza en la evolución de la actividad económica del país y en el desempeño de las autoridades hacendarias en materia del manejo de las finanzas del sector público, han podido superar la incertidumbre por lo que sucede en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Sin embargo, acotó, es importante tener en cuenta que una condición indispensable del marco macroeconómico que sustentará la programación de los ingresos y gastos del gobierno es que sea realista, objetivo y transparente.
El CEESP expuso que elaborar el presupuesto de egresos cada año siempre es complejo, pero en esta ocasión la dificultad aumenta por varias razones.
En primer lugar, apuntó, la elaboración del presupuesto tendrá que considerar los efectos del periodo electoral que se llevará a cabo en la primera mitad de 2018, pues estas circunstancias de manera natural propician un aumento significativo de los recursos que se destinan a los partidos para financiar sus campañas electorales.
En este caso la preocupación es válida, ya que recientemente el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el presupuesto que se distribuirá entre los diferentes partidos políticos para la elección presidencial, el cual es de seis mil 778 millones de pesos, el monto histórico más elevado para financiar unas elecciones, señaló.
El organismo mencionó que otro aspecto importante que hay que tener en cuenta es la evolución de los ingresos públicos, sobre todo cuando es un hecho que se mantendrá el compromiso de las autoridades de no hacer modificaciones en el tema tributario, es decir, no habrá modificaciones en las tasas impositivas ni nuevos impuestos, al menos hasta después de 2018.
El CEESP destacó que la reforma hacendaria propició un aumento de poco más de tres puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en los ingresos tributarios.
No obstante, precisó, la recaudación tributaria podría estar moderando su ritmo de crecimiento, pues por un lado el proceso de fiscalización podría estar llegando a su límite y, por otro, el menor dinamismo que se reporta en el crecimiento del consumo se refleja en un aumento menor en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Asimismo, el ritmo de crecimiento de los ingresos por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), especialmente por concepto de gasolinas y diésel se ha reducido.
Aunado a esto, expuso, se debe considerar que una parte importante del incremento de los ingresos que tendrá el sector público durante 2017 (321 mil millones de peso) proviene del remanente del Banco de México (Banxico).
Añadió que una corrección al alza en el pronóstico de superávit primario y una disminución en el nivel de deuda pública como porcentaje del PIB, sin duda son factores que fortalecerían la confianza y certidumbre del buen actuar de las autoridades hacendarias, eliminando la posibilidad de una nueva revisión negativa en la percepción de la deuda soberana de México.