Paquete Económico 2020: Equilibrio, austeridad y menos inversión

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En aras de la austeridad republicana, se mantienen recortes significativos en algunas dependencias de suma importancia para la actividad económica del país, como es el caso de la Secretaría de Turismo (-45%), la Secretaría de Economía (-33%) y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (-21%).

Agustín Vargas

A principios de septiembre el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2020, que incluye la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y Criterios Generales de Política Económica (CGPE).

En dicho paquete la SHCP planteó que, para el segundo año de la Cuarta Transformación (4T), se tendrá un crecimiento similar al de 2019, apretando más la recaudación fiscal y apostando por llevar bienestar con el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex).

De acuerdo con la dependencia, el Paquete Económico 2020 está sustentado en una política fiscal destinada a atender tres principios básicos: el equilibrio presupuestario, la responsabilidad hacendaria y el combate a la evasión y la elusión fiscal, todo con base en un entorno macroeconómico prudente y acorde con las expectativas de los mercados.

Con la finalidad de que el presupuesto final refleje de forma adecuada el balance de riesgos que enfrenta la economía nacional, la política fiscal del Gobierno Federal propone como meta un déficit de 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020.

En términos generales, el paquete mantiene la disciplina fiscal con superávit primario de +0.7% y deuda pública en 45.6%, ambas como porcentaje del PIB, y la estabilidad macroeconómica.

Los Criterios Generales de Política Económica estiman para 2020 que la economía prosiga avanzando, proyectando un rango de crecimiento de 1.5 y 2.5% (2.0% para estimaciones de finanzas públicas), debido al fortalecimiento del mercado interno, la creación de empleos, el repunte del crédito y la inversión en infraestructura pública y privada generen un mayor dinamismo durante el año.

Se plantea que el nivel de la inflación guarde una tendencia descendente y sea de 3.0%, consistente con el objetivo inflacionario establecido por el Banco Central y dentro del intervalo de variabilidad.

Para el tipo de cambio se estima que, para el cierre del siguiente año, el peso tendrá una ligera depreciación para cotizar en 20.00 por dólar y alcanzar un promedio de 19.90 ppd.

Se prevé una tasa de interés nominal para el cierre de 2020 en 7.10% y un promedio de 7.40%.

Cabe señalar que, la revisión a la baja en la tasa de interés se da dentro del contexto de disminución en la tasa de interés objetivo, al pasar de 8.25 a 8.00% del cierre de 2018 a mitad de agosto de 2019.

De igual forma se estima para 2020, un déficit en la cuenta corriente en términos nominales de 23,272 mdd; no obstante, se mantendría constante, en términos del PIB, al de 2019 (1.8% del PIB). Se considera que este déficit estará financiado totalmente por la entrada de inversión extranjera directa, la cual se estima, de acuerdo con el sector privado en 25,647 mdd.

Los CGPE-20 estiman un precio promedio de la mezcla mexicana de exportación de 49 dólares por barril (dpb), lo anterior como resultado de la menor evolución del mercado petrolero en 2019 y las cotizaciones en los mercados futuros para 2020.

Puntos críticos

Sin embargo, también existen ciertos puntos críticos del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020 que podrían desequilibrar los planes presupuestales del gobierno durante los meses venideros.

En primera instancia se encuentran los ingresos presupuestarios proyectados para 2020, los cuales rondan los 5.51 billones de pesos, cifra que estará 0.4% (real) por encima de los aprobados en 2019.

Le siguen los ingresos tributarios, que tendrían un crecimiento del 2.0% como producto de una expansión en la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del 13.7%, con un incremento del 25.0% en el que se aplica actualmente a los combustibles y del 1.7% en el Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Lo anterior se ha vuelto uno de los temas más controversiales del PPEF 2020, ya que el crecimiento en ingresos tributarios se basa en una expectativa de expansión económica del PIB de México para el próximo año que ronda entre 1.5%-2.5%, estimación que supera al consenso de los analistas recopilados mensualmente por el Banco de México (Banxico) de 1.4%.

De ser errónea, la estimación de crecimiento puede significar mayor presión sobre los requerimientos del sector público para evitar aumentar los niveles de deuda.

Por otro lado, el gasto presupuestario total en 2020 será cercano a los 6.1 billones de pesos, lo que representa un crecimiento de 0.8% respecto a 2019 (gasto programable +2.3%; no programable -2.8%).

En el proyecto se mantiene el gasto destinado a los principales programas sociales y proyectos emblemáticos de infraestructura de la actual administración, como son el Tren Maya, el Corredor del Istmo de Tehuantepec, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas. La diferencia radica en que a los últimos se les redujo su presupuesto en 19.6 mil millones de pesos (mmdp) respecto a lo aprobado en 2019 (a 52.4 mil millones de pesos).

Recortes significativos
En cambio, y en aras de la austeridad republicana, se mantienen recortes significativos en algunas dependencias de suma importancia para la actividad económica del país, como es el caso de la Secretaría de Turismo (-45%), la Secretaría de Economía (-33%) y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (-21%).

En materia de política fiscal, el gobierno tendría dificultades para aplicar políticas contra-cíclicas que le permitan reactivar la economía, dado que el PPEF 2020 contempla reducciones en la inversión física pública por -5.4% respecto a lo presupuestado para este año.

Por su parte, las entidades federativas también tendrán dificultades, ya que se contempla una baja de -0.5% en el gasto federalizado (recursos que el Gobierno Federal transfiere por medio de participaciones, aportaciones federales, subsidios y convenios). En particular las participaciones federales caerán -0.9%.

Donde la austeridad no imperaría sería en Pemex, ya que Hacienda propuso que su presupuesto total se incremente en 8.8%, ascendiendo a los 523.4 mmdp.

Aunado a esto, los apoyos para la empresa petrolera en 2020 se estiman en 86 mmdp, lo que implica una capitalización por 46 mmdp y una disminución de su carga tributaria, lo cual representaría a su vez una reducción de ingresos para la Federación de 49 mmdp.

El tema de la petrolera también ha resultado polémico, puesto que sus asignaciones directas, de aproximadamente 4,000 millones de dólares, representan recursos financieros por debajo de lo que las agencias calificadoras han comentado requiere la empresa (por lo menos 15,000 mdd).

Sumado a esto, la plataforma de producción petrolera hasta el mes de julio fue de 1.67 millones de barriles diarios (mbd). El proyecto de egresos afirma que se cerrará el año en 1.73 mbd, y para 2020 el promedio diario será de 1.95 mbd, meta dada a conocer desde la publicación del Plan de Negocios de Pemex y puesta en duda en su momento.

Hasta el momento las agencias calificadoras han mostrado prudencia en sus pronunciamientos respecto al Paquete Económico 2020, y si bien no ha logrado disipar las incertidumbres en torno al manejo de las finanzas públicas, el paquete presentado ha sido recibido de forma positiva por los mercados financieros.