Ciudad de México.- El Paquete Económico para 2020 que entregó el ejecutivo al Congreso para su análisis y aprobación parece sólido y ha generado, en inicio, una buena opinión para los mercados financieros, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, apuntó que esto se debe sobre todo cuando se enfoca a temas como programas sociales, Seguridad y Pemex, aunque parece descuidar otros tan relevantes como Salud, Comunicaciones y Transportes, Medio Ambiente (que incluye Conagua) y Turismo entre otros.
Asimismo, se debe resaltar el compromiso de lograr un superávit primario, añadió el organismo de investigación y análisis del sector privado, al considerar que el marco macroeconómico propuesto refleja la convicción de preservar la disciplina fiscal.
Advirtió sobre el optimismo en variables como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y la plataforma de producción petrolera, a pesar de que no hay indicios claros de que en ambos casos se logre un avance tan importante como el proyectado.
Señaló que el Paquete Económico para 2020 plantea como objetivo general elevar el espacio fiscal del gobierno, principalmente mejorando la eficiencia de la recaudación, es decir, limitando la oportunidad de evasión y elusión fiscal.
En parte, esto se relaciona con que la expectativa de crecimiento, pese a que mejora marginalmente, sigue siendo baja y es una posible limitante para un aumento significativo de los ingresos tributarios, anotó.
En este entorno, refirió que el gobierno mantiene la austeridad en el gasto para consolidar la estabilidad de la deuda pública.
Apuntó que si bien de manera atinada las autoridades reconocen la debilidad del contexto internacional, que presenta riesgos de recesión o desaceleración en las economías avanzadas, tensiones geopolíticas y guerras comerciales, también reconoce riesgos específicos de la economía mexicana como la ratificación en Estados Unidos del TMEC, la calificación de la deuda de Pemex y la debilidad de la inversión privada, que pueden complicar la situación de la economía.
Pese a ello, destacó, las autoridades hacendarias confían en que durante la segunda mitad del presente año mejorará significativamente la situación al considerar que los efectos negativos de principios del año se disiparán o incluso se podrían revertir, por el aumento esperado en la producción petrolera y el impacto positivo en la segunda mitad del año del Programa de Apoyo a la Economía que se anunció en julio pasado.
Las autoridades esperan que estas medidas reactiven la actividad económica y contribuyan a disipar la incertidumbre proveniente de las políticas públicas que se han instrumentado, impulsando mayor inversión y crecimiento y que la inercia y fortaleza de todas estas medidas generarán un mejor panorama, mencionó.
Para 2020 el optimismo es mayor, toda vez que el rango de crecimiento se eleva de 1.4 a 2.4 por ciento (en “precriterios” 2020) a uno de 1.5 a 2.5 por ciento, o un avance puntual de 2.0 por ciento, que es superior a prácticamente todos los pronósticos de los organismos especializados.
Esta evolución se apoya en buena medida en el efecto esperado de un aumento en la plataforma de producción de petróleo de 224 mil barriles por día, respecto a lo esperado para el presente año, como consecuencia de los estímulos planteados para el sector petrolero.