Ciudad de México.- De acuerdo con el área de Estudios Económicos de BBVA México, el Paquete Económico 2024 estaría cerrando el sexenio sin un desequilibrio fiscal gracias a unos supuestos macroeconómicos realistas.
El análisis económico de la institución financiera indica que el paquete económico 2024 se caracteriza por tres aspectos fundamentales: 1) metas fiscales que mantendrá finanzas públicas sanas al cierre del sexenio; 2) la expectativa de una recaudación tributaria histórica máxima de 14.4% del PIB; y 3) una política de financiamiento responsable y transparente.
«Este paquete representa el sexto y último presupuesto de la actual administración. En general los supuestos macroeconómicos con lo que se construyó este paquete son realistas en lo que se refiere al crecimiento económico, las tasas de interés, la inflación, el tipo de cambio, etc», detalla el informe.
Según BBVA México, el paquete económico mantendrá el equilibrio fiscal a pesar de proponer una meta de -1.2% del PIB para el balance primario del próximo año.
Considerando que el costo financiero será 3.7% del PIB en 2024, el balance público tradicional mostrará un déficit de 4.9% del PIB mientras que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se ubicarán en -5.4% del PIB, resaltó el banco.
Aunado a ello, advirtió que resulta preocupante que el déficit público estimado para el siguiente año sea el máximo desde 1990.
No obstante, la SHCP prevé que el Saldo Histórico de los RFSP sea 48.8% del PIB al cierre de 2024.
«Este nivel en el concepto más amplio de deuda pública en México permitirá que el gobierno federal y las empresas productivas del Estado no tengan ningún problema para pagar los vencimientos de deuda el año entrante», explica el documento.
La institución financiera remarcó que la apreciación del peso mexicano durante 2023 favorecerá el Saldo Histórico de los RFSP. La previsión de la SHCP señala que este saldo será 46.5% del PIB al cierre de 2023.
«Usando la expectativa de crecimiento del PIB real de 2.6% prevista por esta dependencia gubernamental para el próximo año, cálculos propios muestran que sería necesario que los RFSP fueran aproximadamente -3.5% del PIB en 2024 para mantener el saldo histórico de estos requerimientos en 46.5% del PIB», ahonda el análisis.
Asimismo, este saldo podría mantenerse en 46.5% del PIB en 2024 con los RFSP en -5.4% del PIB si el crecimiento económico fuera 7.8% en 2024, lo cual considera BBVA México muy poco probable.
Según el texto, el déficit público previsto por la SHCP para 2024 resulta preocupante y sorprendente en un contexto en el que la propia dependencia gubernamental estima que la economía mexicana crecerá por encima de su potencial (2.6% vs. 2.4%).
«Es decir, la política fiscal sería procíclica y esto iría en detrimento de la trayectoria de la deuda pública (% del PIB). En contraste, una política fiscal contracíclica, en la que se tuvieran déficits públicos solamente cuando el crecimiento económico fuera menor al potencial, promovería una mayor estabilidad en el cociente de deuda pública a PIB».
De acuerdo con el banco, México podría seguir el ejemplo de Chile, el cual cuenta con una regla fiscal que asegura un déficit estructural de cero en el mediano plazo. Este tipo de reglas evita que la deuda pública (% del PIB) tenga una trayectoria ascendente al promediar déficits con superávits públicos a través del tiempo.
Si bien el gobierno federal prevé mantener el Saldo de los RFSP constante en 48.8% del PIB entre 2024 y 2029, la estrategia que propone resulta poco creíble dado que en sus proyecciones el gasto de operación, el gasto de capital y el gasto no programable se reducirán en 1.3, 1.1 y 0.6 puntos porcentuales, respectivamente, entre 2024 y 2025.
«Lo anterior haría posible que los RFSP se ubicaran en -2.6% del PIB en 2025. Asimismo, no parece sostenible para las finanzas públicas de un país que recaude 14.4% del PIB, que el gasto en desarrollo social sea 12.8% del PIB. Esto reduce el margen de maniobra para gastar en otros rubros del gasto del gobierno federal», aseveró BBVA México.
Por su parte, resulta preocupante que el paquete económico contemple un recorte de 55.8% en el gasto real de salud. Dado que el sistema de salud pública tiene muchas deficiencias, habrá una enorme presión de gasto en salud sobre la siguiente administración pública federal, insistió la institución financiera.
Ante la previsible fragilidad en las finanzas públicas en los próximos años por las presiones derivadas de los programas sociales, el continuo apoyo a Pemex, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda y el pago de pensiones públicas, será necesario que el siguiente gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios, concluyó el banco.