Caracas.- La Asamblea Nacional de Venezuela (Parlamento), de mayoría opositoria, declaró como fraudulentas las elecciones regionales del pasado domingo y anunció que pedirá a organismos internacionales que auditen los resultados emanados del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Durante una sesión, la Cámara declaró también como fraudulentas las actuaciones del CNE que, afirma, actúa en «alianza» con el gobierno del presidente Nicolás Maduro y con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El Parlamento exige al CNE que «facilite la realización de una auditoría integral, cualitativa y cuantitativa», por parte de organismos internacionales y «a cargo de expertos independientes», de todo el proceso electoral en el que el chavismo obtuvo 18 de las 23 gobernaciones en disputa.
El acuerdo contempla además crear una comisión que documente «exhaustivamente las violaciones» al proceso «perpetradas» por el árbitro electoral y el resto de órganos del Estado «que están al servicio del Ejecutivo».
El Legislativo denunciará ante la comunidad internacional «la grave violación de la soberanía popular y de los derechos políticos» que, a su juicio, ha cometido el CNE, por lo que remitirá el acuerdo aprobado a instancias internacionales que se ocupan de los derechos humanos y democráticos.
La oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha denunciado graves irregularidades en el proceso electoral que culminó el pasado domingo con los comicios regionales, que ya tenían un retraso de casi un año.
Entre estas irregularidades están la negativa del CNE de eliminar de las papeletas a los candidatos opositores que perdieron en las primarias de la MUD para escoger aspirantes únicos, algo que la coalición antichavista consideró una maniobra para confundir a los electores.
Otra de las medidas criticadas fue la reubicación, a escasas 48 horas de la jornada electoral, de los centros en que votaban alrededor de medio millón de electores, a los que el CNE habría ofrecido información confusa sobre el cambio.
Además, la MUD ha presentado supuestas pruebas de resultados manipulados, para cuya forja el aparato del Estado y del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) habrían expulsado a la fuerza a los testigos de la oposición en los centros.
La alianza opositora no reconoce el triunfo oficialista y buscará apoyo externo a sus denuncias como también hará el Parlamento, que acudirá a organismos no gubernamentales del «mayor prestigio» y a «organismos multilaterales» para obligar al gobierno a abrir «una auditoría total cualitativa y cuantitativa».
El presidente de la Cámara, el opositor Julio Borges, calificó el sistema electoral venezolano de “fraudulento”, por lo que pidió su reestructuración total, al criticar los resultados de los comicios para renovar gobernadores que ganó el oficialismo.
Borges dijo que el sistema electoral “no es libre, transparente ni justo» y además acusó a las cuatro rectoras que hacen mayoría en el Consejo Nacional Electoral (CNE) de «destruir» la confianza en el voto.
Señaló que en las elecciones hubo un proceso irregular desde el comienzo y acusó a la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, y a las rectoras Socorro Hernández, Tania D’Amelio y Sandra Oblitas de actuar bajo órdenes de Maduro.
«Es gravísimo la falta de confianza en el sistema electoral», expresó y además se refirió al reto que le lanzó Maduro para debatir sobre un nuevo sistema electoral.
Reiteró que en el proceso fraudulento de los comicios legislativos se vieron irregularidades que impactaron en la confianza del voto.
La MUD además ha asegurado que los antichavistas electos no se juramentarán ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), pese a que Maduro ha advertido que si no se subordinan a esta junta no podrán asumir sus cargos.
«Quien no se juramente y se subordine a la Asamblea Nacional Constituyente no podrá tomar su cargo. Llámese como se llame, es una decisión de la Constituyente plenipotenciaria», señaló una vez más el mandatario durante un acto oficial celebrado este jueves.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) acusó este jueves al CNE de haber actuado de forma «parcializada» durante los comicios regionales.
La jerarquía católica del país caribeño denunció que estas votaciones «han generado nuevas dudas e interrogantes y han abierto la puerta a mayores tensiones y conflictos de cara al futuro».
Los obispos pidieron, sin embargo, que «el ventajismo oficial» no provoque una «pérdida de la credibilidad y confianza en el poder del voto como vía de solución pacífica y democrática para los cambios urgentes y trascendentales que requiere el país».
«No se puede prescindir de la vía electoral», agregó la Conferencia Episcopal Venezolana.