Pedidos de subsidios por desempleo muestran tensión en el mercado laboral de EEUU

Datos del jueves reforzaron las expectativas de que la economía habría sufrido en el segundo trimestre su mayor contracción desde la Gran Depresión

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Ciudad de México.- La cantidad de estadounidenses que pidieron beneficios por desempleo disminuyó menos de lo esperado la semana pasada, probablemente porque la contratación tras la reapertura está siendo parcialmente contrarrestada por una segunda ola de despidos, lo que apoya la opinión de que el mercado laboral podría tardar años en recuperarse de la pandemia del COVID-19.

Otros datos del jueves reforzaron las expectativas de que la economía habría sufrido en el segundo trimestre su mayor contracción desde la Gran Depresión.

Si bien los pedidos de bienes de capital clave se recuperaron en mayo, el aumento sólo cubrió una fracción de la fuerte caída de abril, además el déficit comercial de bienes creció bruscamente el mes pasado, ya que la pandemia siguió perturbando los negocios.

“No todo está bien en esta economía”, dijo Chris Rupkey, economista jefe del MUFG en Nueva York. “Aunque cuenta como buena noticia que las empresas pidan más equipos en mayo a medida que los estados reabrieron, la segunda ola de la pandemia puede mantener a las empresas cautas en los meses siguientes”.

Los pedidos iniciales de subsidios estatales de desempleo cayeron 60.000 a 1,48 millones ajustados estacionalmente para la semana que terminó el 20 de junio, dijo el Departamento de Trabajo. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado 1,3 millones de solicitudes en la última semana.

Los pedidos han bajado desde el récord de 6,867 millones a finales de marzo, pero el avance se ha ralentizado y son más del doble de su pico durante la Gran Recesión de 2007-2009.

El informe semanal de solicitudes de ayuda por desempleo, el dato más oportuno sobre la salud de la economía, también mostró que millones de personas siguen recibiendo cheques de ayuda más de un mes después de que muchas empresas reanudaron operaciones tras los cierres de mediados de marzo que buscaron frenar la propagación del COVID-19.

Hay empresas que están contratando, pero otras están recortando puestos de trabajo casi al mismo ritmo. La economía entró en recesión en febrero.

El aumento de las infecciones por coronavirus en muchas partes del país, incluyendo California, Texas y Florida, es probable que afecte la economía ya que algunas personas se mantienen alejadas de los comercios, incluso si los negocios no vuelven a cerrar.