Washington.- El número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes de beneficios por desempleo cayó la semana pasada a su nivel más bajo en casi 18 meses, en una nueva señal de que el crecimiento del empleo estaba siendo obstaculizado por la escasez de mano de obra más que por un enfriamiento de la demanda de trabajadores.
El informe de pedidos semanales por desempleo del Departamento de Trabajo también mostró que la cantidad de personas en las listas estatales de desempleo se desplomó a niveles vistos por última vez a mediados de marzo de 2020, cuando la economía se tambaleaba por cierres obligatorios de negocios no esenciales para frenar la primera ola de COVID-19.
El dato se conoce justo después del reporte que mostró que las ofertas laborales tocaron un récord máximo en julio, lo que indica un mercado laboral ajustado, algo que algunos economistas argumentaron que podría presionar a la Reserva Federal para que anuncie cuándo empezará a reducir su masivo programa mensual de compra de bonos.
«Es probable que en la próxima reunión de la Fed haya un debate feroz sobre cuán ajustado está el mercado laboral, pero si se centran en los datos más actuales, se darán cuenta de que el mercado laboral está cerca de cumplir con sus criterios más estrictos para un alza de tasas de interés, por no hablar del comienzo de la reducción de estímulos», dijo Chris Rupkey, de FWDBONDS en Nueva York.
Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo bajaron en 35.000, a 310.000 desestacionalizados para la semana terminada el 4 de septiembre, su nivel más bajo desde mediados de marzo de 2020. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado 335.000 solicitudes.
El segundo declive semanal consecutivo en los pedidos se produjo pese al aumento de solicitudes en Luisiana después de que el huracán Ida devastó la producción energética en alta mar de Estados Unidos y cortó el suministro eléctrico. También hubo aumentos notables en California, Virginia y Michigan, pero se vieron compensados por grandes disminuciones en Florida, Georgia, Nueva York, Misuri y Tennessee.
Las solicitudes han caído desde un récord de 6,149 millones a principios de abril de 2020 y se están acercando al extremo superior del rango de 200.000-250.000 que se considera coherente con unas condiciones saludables del mercado laboral.
La continuada tendencia bajista en los pedidos sugiere que el mercado laboral está aguantando pese al resurgimiento de las infecciones, impulsadas por la variante Delta. El alza de casos contribuyó a frenar el crecimiento del empleo en agosto, cuando las nóminas no agrícolas subieron en 235.000, su menor avance desde enero. Las nóminas aumentaron en 1,053 millones en julio.
«Como los casos de Delta parecen estar cerca de un pico en Estados Unidos, esperamos que la contratación se recupere en septiembre, aunque es poco probable que el ritmo de crecimiento del empleo vuelva al ritmo sólido de principios del verano (boreal)», dijo Sarah House, economista sénior de Wells Fargo (NYSE:WFC) en Charlotte, Carolina del Norte.
Las ofertas de trabajo aumentaron a un récord de 10,9 millones a fines de julio.
La rigidez del mercado laboral fue subrayada por el Libro Beige de la Fed el miércoles -basado en información recopilada en o antes del 30 de agosto-, que mostró que «todos los distritos destacaron una gran escasez de mano de obra que limitaba el empleo y, en muchos casos, obstaculizaba la actividad empresarial».