Pemex, la degradación

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  • Gota que derramó el vaso
  • Pleitos entre el regulador
  • Multas obstaculizadas
  • Costo de la deuda, al alza

Agustín Vargas *

El pasado viernes 7 de julio la plataforma de Nohoch-A de Petróleos Mexicanos en el golfo de México explotó, dejando al menos 2 personas muertas y provocando una pérdida de producción de 700 mil barriles aquel día (37% de su producción total).

Si bien para el día sábado Pemex, que dirige Octavio Romero Oropeza, ya había recuperado 600 mil barriles, se estima que las afectaciones en su producción pudieran alargarse durante todo el mes de julio. Como consecuencia, se proyecta que este déficit de 100 mil barriles en la producción llegará a impactar en un total de 2 millones a finales de este mes.

Más aún, con un precio promedio durante los últimos 20 días de la mezcla mexicana de 66 dólares por barril, las pérdidas para la paraestatal podrían ser del orden de los 132 millones de dólares (mdd).

Esta explosión, de acuerdo con versiones de algunos analistas, sería probablemente la gota que derramaría el vaso, debido a que pocos días después, se expusieron documentos (con fecha de junio a agosto del 2022) que revelan que se han pasado por alto diversos procesos de multas a Pemex por parte de la autoridad reguladora, o sea la Comisión Nacional de Hidrocarburos, a cargo del tabasqueño Agustín Díaz Lastra, comisionado presidente de la CNH.

Las multas son relacionadas, principalmente, con la falta de permisos correspondientes para perforar en los campos de Ixachi en Veracruz, Quesqui y Tupilco en Tabasco, y también por un incumplimiento en las restricciones en el volumen máximo de gas quemado permitido.

De acuerdo con un análisis de Intercam Banco, en los documentos se incluyen fotografías tomadas durante las visitas de los supervisores a las plataformas, dentro de las cuales destaca la imagen de una columna de humo negro emanando de Ixachi, donde gas e hidrocarburos son destruidos por falta de infraestructura.

Los pleitos

El proceso para imponer las multas supuestamente avanzó durante todo el verano pasado, dejando pendiente únicamente el monto y la fecha de dichas multas. No se encuentra mayor explicación de por qué estas multas no han avanzado a un año de lo suscitado. Aunque hay muchas suspicacias al respecto.

Cabe destacar que el presidente de la República remplazó a Rogelio Hernández Cázares por Díaz Lastra al frente de la CRE a finales de octubre de 2022, porque aquél resultó ser un funcionario incómodo para el presidente López Obrador, pues en repetidas ocasiones enfrentó a Pemex, a la Secretaría de Energía y al mismo AMLO. Desde aquel cambio se ha mencionado que el proceso de multa ha sido obstaculizado; antes de este cambio Pemex ya había sido multado 3 veces por los campos de Ixachi y Quesqui.

Los pleitos entre funcionarios y los incendios del pasado 7 de julio, desembocaron en que el día viernes 7 de julio, la calificadora Fitch rebajara la calificación crediticia de Pemex de BB- a B+, lo que implica un aún mayor nivel de especulación. Esta es la tercera revisión a la baja desde que perdió su grado de inversión en junio del 2019. La calificadora fundamentó su decisión en un “desempeño operativo débil”, así como el impacto ambiental y social negativo que ha tenido la paraestatal.

Así, de las tres grandes calificadoras, únicamente Standard & Poor´s mantiene a Pemex con una calificación dentro del espectro de grado de inversión en BBB (un peldaño por encima del umbral divisor); mientras que Moody’s le asignó una calificación de B1 (cuatro peldaños dentro del rango especulativo) en julio del 2022, nivel equivalente al B+ de Fitch.

Aún más, Fitch mantendrá la calificación de Pemex en observación negativa, basado en las preocupaciones de la habilidad y disposición del gobierno para proveer liquidez a la paraestatal por los dos siguientes años (donde la empresa enfrenta compromisos por 4.6 mil y 10.9 mil mdd respectivamente).

En conjunto, esta revisión deberá verse reflejada en un mayor encarecimiento del costo de la deuda para Pemex, presionando aún más las finanzas públicas del país debido a la disposición inamovible de la actual administración de “rescatar” a la petrolera.

En este sentido, Fitch estima que el gobierno tendrá que gastar alrededor de 20 mil mdd más de lo que recibe de Pemex en 2026 y 2027 sólo para mantenerla a flote; lo cual también podría ejercer presión sobre la calificación y/o precio de los bonos soberanos.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx