Perfiles Políticos

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Cien días y seguimos en el limbo

Francisco J. Siller

Al gobierno federal le fallaron sus pronósticos sobre el aplanamiento de la curva del Covid-19 y vamos en plena curva ascendente, mientras el país vuelve paulatinamente a la vida —con o sin medidas sanitarias— en buena parte por los mensajes contradictorios que la población recibe a diario.

Ver al presidente Andrés Manuel López Obrador andar de gira sin usar un tapabocas o ya de perdiz, una careta, no es un buen ejemplo. Como tampoco lo es que el ser anticovid, Hugo López Gatell siga sin recomendar el uso de la protección facial, por darle gusto al Jefe Mayor.

El famoso semáforo para el regreso a la normalidad está en rojo y no hay expectativas de que cambie pronto. Los números aunque no le gusten  a López Obrador, son crecientes: 117103 contagios, de los cuales 3 mil 484 fueron registrados en las últimas 24 horas. ¿Las muertes? 13 mil 699.

El manejo de las cifras sobre la pandemia en México crea grandes dudas. La negativa a hacer la prueba serológica a vivos y muertos nos deja perdidos en el limbo. Como si el ignorar los números reales, nos deja mejor parados ante los mexicanos y el mundo. ¿Eso importa?

La letalidad del coronavirus en México ronda el 11 por ciento, el doble a lo que se registra a nivel global que es del 5.8 por ciento. Autoridades del sector Salud deben explicar a detalle que es lo que ocurre en estos momentos, pues es indispensable que la población entienda el grave riesgo que vivimos.

A todos nos urge que la actividad económica se reactive, tras los cien días de la epidemia en el país. Pero la normalidad no va a llegar por arte de magia. Va a llegar cuando la curva sea descendente y eso solo va a pasar cuando las personas entiendan que no pueden relajar las medidas sanitarias.

Hasta ahora el gobierno federal ha pintado la situación como temporal, que está controlada, que si ya la domamos. Se debe hablar con la verdad, por dura que sea y dejar de esconder los números de contagiados y fallecimientos, aunque ello signifique aceptar que el virus superó a las limitadas acciones gubernamentales.

Y debe aclararse el porqué se insiste que el sistema de salud no ha sido rebasado, que hay camas de hospital disponibles, cuando en sus estadísticas el gobierno reconoce que en los últimos 14 días, hay por lo menos 19 mil 629 pacientes activos.

Y precisamente los número oficiales son los que crean confusión. A nivel nacional,  de acuerdo con la Red IRAG, hay 10 mil 79 camas ocupadas de un total de 22 mil 663, lo que representa una ocupación hospitalaria de 44 por ciento. Es decir que solo están ocupadas 12 mil 584.

¿Que significa esto? De los pacientes activos, hay más de siete mil, que no están recibiendo atención hospitalaria, que son enviados a sus hogares, sin mayores cuidados médicos. Muchos de ellos son enviados a morir y otros, cuando al fin los aceptan en el hospital, ya lleva escrita su sentencia.

De que sirve que haya disponibilidad de camas en la red hospitalaria si están subutilizadas, no por una baja demanda, sino por políticas que pretenden desestimar el impacto que la epidemia en el gobierno, que está más preocupado en salvar sus megaobras y programas sociales.

CEO y Editor de Infórmate