La histórica ola de frío en EE. UU. está provocando un shock de la oferta en el mercado del petróleo, empujando los precios por encima de 65 dólares por barril. Aunque es temporal por naturaleza, acelera la reducción de inventarios y adelanta el alza en el precio proyectada. Para Julius Baer, con la perspectiva de un repunte de la actividad de ocio y viajes a mediados de año, los fundamentos siguen siendo positivos y han aumentado los riesgos de un repunte a corto plazo por encima de los 70 dólares por barril.
A largo plazo, la reactivación del negocio de shale y el debilitamiento de la cohesión de las naciones petroleras se interponen en el camino de una recuperación duradera.
De acuerdo a Norbert Rücker, director de economía e investigación de Next Generation de Julius Baer, todos los factores se están alineando en el mercado petrolero en este momento. Más allá de la rápida recuperación cíclica, de la que hemos sido testigos durante los últimos meses, factores estacionales inusualmente fuertes impulzan el alza en los precios.
Los precios subieron esta mañana por encima de los 65 dólares por barril, ya que la histórica ola de frío en Estados Unidos está afectando gravemente la infraestructura petrolera de ese país. Según fuentes de la industria, más de cuatro millones de barriles diarios, casi 40% de la producción, están fuera de servicio, mientras que los cierres de las refinerías están frenando el suministro de productos petrolíferos.
La demanda se ve obstaculizada al mismo tiempo que la oferta ya que las fábricas permanecen cerradas, los camiones parados y la gente en casa. A pesar de ser temporal por naturaleza, el impacto de la oferta está superando con creces el de la demanda, provocando una reducción acelerada de los inventarios de petróleo y adelantando el alza de los precios proyectada. Más allá de la ola de frío, esperamos un mayor fortalecimiento de la demanda de petróleo, ya que los viajes y la actividad de ocio se pondrán al día con la actividad manufacturera boyante, debido a la combinación de estímulo, confianza, vacunas y medidas contra la pandemia más específicas hacia mediados de año, agregó el experto de Julius Baer.
En este contexto de demanda, es poco probable que la oferta se ponga al corriente a tiempo, dejando el mercado del petróleo en modo de ajuste durante los próximos meses. La siesta en el negocio del shale y el acuerdo de suministro de las naciones petroleras mantienen grandes volúmenes de petróleo al margen del mercado. Dicho esto, dado el reciente repunte de los precios, las actividades de perforación y la producción se reanudarán en Estados Unidos tan pronto como pase la ola de frío.
La cohesión del acuerdo entre las nacones petroleras mostrará grietas eventualmente, probablemente por un nuevo desacuerdo entre Arabia Saudita y Rusia respecto a la estrategia de participación de mercado, preparando el camino para más exportaciones. Sin embargo, es probable que gran parte de este aumento de la oferta solo ocurra después del rebote de la demanda proyectada para mediados de año.
Teniendo esto en cuenta y sumando el actual shock de oferta, la probabilidad de un repunte a corto plazo por encima de los 70 dólares por barril ha aumentado. Sin embargo, a largo plazo, somos escépticos de que dichos precios persistan, dado que la dinámica de la demanda es en gran medida cíclica y que la mayoría de los suministros marginados finalmente volverán, concluyó Norbert Rücker, director de economía e investigación de Next Generation en Julius Baer.