Plan de reactivación económica, más de lo mismo

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La Secretaría de Economía presentó su plan de reactivación económica con miras a paliar los efectos de la Covid-19, cuyos puntos se asemejan a las estrategias del año y, según expertos, pueden ser insuficientes para hacer frente a la pandemia

José María Gijón Anaya

A prácticamente un año de su inicio, la pandemia de la Covid-19 ha tenido efectos severos en todos los sectores de la economía mexicana, por lo que distintos organismos han reiterado la necesidad de implementar medidas contracíclicas como respuesta.

En función de esta situación, el Gobierno Federal ha presentado distintos paquetes con miras a paliar los efectos del virus, siendo el más reciente el plan de reactivación económica presentado por Tatiana Clouthier Carrillo, novel secretaria de Economía.

La iniciativa, presentada a finales de enero, contempla cuatro ejes estratégicos, además de la implementación de apoyos económicos y estímulos fiscales, con estrecha relación al Plan Nacional de Desarrollo del sexenio.

La secretaria de Economía indicó que los ejes prioritarios del plan contemplan: 1. Mercado interno, empleo y empresa; 2. Fomento y facilitación de la inversión; 3. Comercio internacional; y 4. Regionalización de los sectores.

El primer punto refiere al desarrollo de cadenas productivas en colaboración con las pequeñas y medianas empresas, además de acordar con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la introducción de estímulos fiscales, medida solicitada durante meses por la iniciativa privada.

En segundo lugar, la funcionaria indicó que se buscarán la agilización de trámites y la disminución de costos para aquellas empresas que tengan interés de establecerse en el país, dando especial énfasis a la cúpula empresarial y a los fondos de inversión extranjeros.

En lo que respecta al tercer rubro, la titular de la SE puntualizó que se buscará incrementar las exportaciones, tanto a mercados existentes como a nuevos, haciendo una revisión de los tratados suscritos por México en la materia.

Finalmente, en la regionalización de los sectores se hace referencia a los megaproyectos de infraestructura de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador como la refinería de Dos Bocas o la edificación del Tren Maya.

“No son los detalles puntuales, sin embargo, estos son los ejes en los que estaremos trabajando para la reactivación del país y habremos de tener métricas para saber cómo vamos avanzando”, aseveró la funcionaria.

Pese a que el proyecto fue bien recibido por la iniciativa privada, distintos organismos señalaron que hay varios elementos a atender para que resulte efectivo.

De acuerdo con José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), el plan debe revisarse ya que sigue la misma estrategia aplicada el año pasado, cuando se requiere una mayor sinergia entre las autoridades federales, estatales y el sector privado.

“Hace falta que se plantee cómo se van a articular todos esos puntos (…) hace falta armonizarlos, integrarlos, generar una ruta crítica para saber cómo se van a ir abordando, cuáles serán primero, después y con qué recursos se cuenta”, detalló.

Por otro lado, Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA México, aseveró que no puede darse una recuperación sostenida de la economía nacional sin la generación de las condiciones necesarias para atraer inversión.

El analista destacó que la atracción de inversiones ha disminuido en casi 25% en lo que va del sexenio, por lo que primero debe atenderse este punto para lograr revertir los efectos de la pandemia.

“Hemos visto instancias de que el gobierno mexicano manda señales de que los contratos no se van a respetar. Si no se corrige, si no hay plan para reactivar la inversión, no habrá plan que resulte de una tasa de crecimiento más elevada”, sentenció el economista.

En este sentido, advirtió que la intención del Ejecutivo de desaparecer a los órganos autónomos funge precisamente como un factor negativo para la inversión en sectores como el energético y el de telecomunicaciones, entre otros.