- En su 70 aniversario la OTAN se debilita
- Macron-Trump- Erdogan, las discrepancias
- La Alianza Atlántica en riesgo
Juan Barrera Barrera
La Organización del Atlántico Norte (OTAN) conmemoró, en Gran Bretaña, su 70 aniversario y dio nota por las grandes y hasta insalvable diferencias que privaron entre sus líderes, combinadas con bromas que molestaron al jefe de la Casa Blanca por sus presentaciones públicas ante la prensa y la renuencia de la princesa Ana, única hija de la Reina Isabel II, a saludar a Donald Trump.
Sin embargo, en la agenda de la cumbre extraordinaria se incluyó a China como tema igualmente extraordinario por el papel geoestratégico que está jugando y por el poderío militar exponencial que ha adquirido en los años recientes. La presencia china en el mundo y sus alianzas con la Rusia de Vladimir Putin ubica a estos dos países como potencias objetivo en la estrategia atlántica.
Una reunión que se pensaba discreta no dejo de ser polémica por las diferencias y acusaciones por el presupuesto que destina cada país (de los 29 aliados 20 no cumplen con el 2% del PIB para la defensa) y que preocupa en especial a Donald Trump, se desarrolló en medio de acusaciones, amenazas y retiradas del escenario antes de tiempo.
Francia y sus diferencias estratégicas con aliados
La cumbre extraordinaria de la organización atlántica que para algunos analistas pasa por los peores momentos de su historia llegaba precedida de confrontaciones por los comentarios del presidente francés, Emmanuel Macron, quien había afirmado que la OTAN se encontraba en “estado de muerte cerebral” (por el hecho de que la organización se quedó pasmada ante la ofensiva militar turca contra los kurdos), que a Trump le pareció “insultante”. Los papeles ahora se invirtieron porque antes era el magnate estadounidense el más crítico al llamarla “obsoleta.
Pero Macron no se retractó y remarcó sus diferencias con sus colegas occidentales sobre la estrategia de la OTAN para el futuro inmediato. Mientras que para Donald Trump el asunto es de aportaciones para el francés es el papel geoestratégico que debe asumir la organización y aboga por privilegiar un entendimiento con Rusia y China y combatir militarmente, por otro lado, al terrorismo.
En el aniversario 70 de la histórica organización que se creó para frenar el avance del comunismo y el poderío de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) las contradicciones se superpusieron pese a los esfuerzos conciliatorios del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien en todo momento cabildeò con Macron y con Trump, pero no pudo bajar las discrepancias y demostrar que la alianza militar sigue viva.
Fracasa Erdogan en su intento anti kurdo
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dejo entrever su interés particular por sobre los objetivos del grupo al presionar a los aliados para que la OTAN declarara terroristas a las milicias Kurdas que jugaron un papel central en el combate al Estado Islámico por lo cual Occidente las había apoyado, pero recientemente Estados Unidos se los retiró al abandonar el territorio sirio norte y dejarlos a merced de la ofensiva de Ankara.
El gobierno turco no logró su avieso propósito porque de otra manera los líderes atlánticos le hubieran dado carta abierta a Erdogan para aniquilar a los kurdos. La escueta declaración conjunta de la organización militar se limita a subrayar que el “terrorismo en todas sus formas y manifestaciones sigue siendo una amenaza permanente para todos”, y reafirmaron el compromiso de seguir protegiendo a los países bálticos por la amenaza que representa su cercanía con Rusia, acuerdo que Erdogan no logró vetar pese a previa amenaza.
Finalmente el presidente turco abandonó el encuentro de Londres, siguiendo el ejemplo de Donald Trump, quien se había molestado tras difundirse un video en el que varios líderes (los mandatarios del Reino Unido, Boris Johnson; Canadá, Justin Trudeau; Francia, Emmanuel Macron; y Holanda, Mark Rutte) en el palacio de Buckingham parecen mofarse de él. Después acusaría al canadiense a quien calificó de “doble cara” y lo acusó de no aportar recursos suficientes a la OTAN.
La Alianza Atlántica en riesgo
Pese a las diferencias hubo coincidencia sobre la cuestión militar. En la declaración conjunta exponen los desafíos militares a los que se enfrentan amenazas: la Rusia expansionista, y el desarrollo militar y económico de China, el “rival sistémico” que representa el segundo presupuesto militar del mundo.
Sobre la redefinición política del organismo de defensa occidental avanzó la idea de la canciller Ángela Merkel de formar un comité de expertos presidido por Stolterberg para trabajar en la identidad del organismo militar, que Emmanuel Macron lo consideró suyo como resultado de sus críticas a la OTAN.
A pesar de la crisis interna de la OTAN, el secretario general, logró contener la ofensiva política de Macron que pretende la autonomía militar de la Unión Europea respecto a Estados Unidos que representa el unilateralismo y el nacionalismo que chocan con los principios del bloque europeo.
Sin embargo, para Jens Stoltelberg, ex primer ministro noruego, los lazos atlánticos son necesarios y convencido asegura que cualquier intento de distanciar a Europa de Norteamérica debilitaría a la OTAN, sino que también dividiría a Europa.
