- Cambios repentinos en la estructura de poder rusa
- ¿Hacia la perpetuación de Vladimir Putin?
Juan Barrera Barrera
Rusia iniciará una serie de reformas en su estructura de poder, según anunció repentinamente Vladimir Putin este miércoles durante su informe anual sobre el estado de la nación, lo que provocó, por lo menos así parece, la renuncia del primer ministro, Dimitri Medvédev, y todo su gabinete en bloque.
Lo que el líder ruso no dejo claro, tal vez esa era su intención, es si las reformas constitucionales propuestas van en el sentido de continuar en el poder más allá de del 2014 cuando termine su periodo legal al frente del Estado ruso, lo que ha levantado especulaciones, pero parece lo más lógico toda vez que Putin ha demostrado que es un adicto al poder.
Putin lleva gobernando 20 años. Dos periodos como presidente de 2000 a 2008, luego con Medvédev en la presidencia de 2008 a 2012, fungió como primer ministro para regresar a la presidencia hasta la fecha. Ambos personajes siempre han sido aliados políticos. Éste ha sido una ficha clave en el ajedrez político de su jefe para mantenerse en el poder. A pesar de que al ex primer ministro se le creó un cargo importante, vicepresidente del Consejo de Seguridad, pareciera que dejo de serle útil.
Pero como la economía de la potencia asiática pasa por momentos críticos que ha impactado de manera muy fuerte a la población eso pudo haber sido un factor de la renuncia del premier. Su sucesor, Mijaíl Mishustin, por ello al tomar posesión se dedicó a destacar que la modernización de la economía será su prioridad, así como impulsar la industria e incrementar los salarios. Al ex jefe del Servicio Federal de Impuestos se le conoce como un tecnócrata eficiente así que se esperan buenos resultados en ese rubro.
Putin intenta alargar su poder
En su discurso del miércoles lanza señales de que el hombre fuerte de Rusia quiere controlar todo el proceso de reformas constitucionales y no dejar cabos sueltos para tener una transición lo más apegada a sus intereses políticos y extender su poder más allá del 2024.
Según ha trascendido entre las modificaciones propuestas Vladimir Putin sobresalen la de fortalecer a la Duma y al Consejo de la Federación (las dos Cámaras legislativas del Rusia); se busca contar con un renovado Consejo de Estado, que encabeza el presidente y que algunos analistas piensan que, con las reformas, estaría tratando de continuar al frente del Consejo y desde ahí controlar el Kremlin.
La especulación que ha desatado de extender su poder es la intención de Putin de imponer más candados a quienes aspiren a sucederlo (haber nacido y vivido en el país los últimos 25 años, por ejemplo), todo ello acompañado de rebajas sensibles del poder, ya que se limitaría a solo dos periodos el mandato presidencial. Actualmente la Constitución permite dos periodos consecutivos. Putin inició con dos y después con base en una cláusula, que se eliminaría, le permitió estar por cuatro periodos.
El jerarca ruso tiene el poder y los recursos para hacer las modificaciones que ha propuesto al Legislativo, evitando incluso la convocatoria a una Asamblea Constituyente necesaria para hacer las debidas enmiendas a la Constitución. Ya desde hace tiempo se habla del “putinismo” para caracterizar al régimen autocrático de Vladimir Putin que aún añora en volver a la era de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Por lo que podemos ver lleva prisa.