Política Global

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  • Biden se enfila hacia la nominación demócrata
  • Sin el apoyo de Sanders no habrá unidad demócrata

Juan Barrera Barrera

Joe Biden se perfila como el próximo candidato del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos. El ex vicepresidente ha ido dejando en el camino a los precandidatos más moderados y liberales como Pete Buttigieg o Amy Klobuchar, y de paso al multimillonario Michael Boomberg, cuya participación solo fue flor de un día.

Ayer, la senadora progresista, Elizabeth Warren, que encabezó las encuestas de intención del voto durante algunas semanas, anunció su retiro de la carrera presidencial luego de que no pudo despegar en las primarias. No obstante, la senadora de los proyectos sigue siendo un buen prospecto como candidata a vicepresidenta en la fórmula demócrata.

Con Biden como el gran triunfador de las internas, después de que tuvo un mal inició en Iowa, logró imponerse en Carolina del Sur (48% de los votos) y ese resultado le abonó el camino hacia el famoso supermartes cuando se realizaron elecciones en 14 estados y un territorio, y día clave en las primarias de los azules. Pero aún queda en pie el “socialista demócrata”, el incansable senador Bernie Sanders.

Biden y Sanders, dos proyectos opuestos

Aunque el senador por Vermont va en segundo lugar en la suma de delegados se ve difícil que logre rebasar al vicepresidente de la administración Obama, pero el cierre por la nominación demócrata entre la alternativa de un izquierdista o un centro liberal tradicional puede sacudir al partido en cuanto a precisar su identidad, ya que la etiqueta de socialista y el reconocimiento que hizo Sanders sobre los logros de este sistema en Cuba despertaron alarmas en el establecimiento demócrata.

Estados Unidos es un país netamente capitalista y las ideas socialistas de un político de la edad de Bernie Sanders (78 años de edad, pero con un fuerte capital político entre la juventud) no encajan del todo en la ideología del Partido Demócrata y temen que de llegar el senador a encabezar la candidatura puedan disminuir sus votos entre sectores moderados, independientes e indecisos, y que se los pueda llevar el Partido Republicano.

Bernie quiere un cambio radical en su proyecto de nación que favorezca a quienes más necesitan de las políticas públicas. En cambio Biden representa al tradicional candidato que pretende reafirmar el sistema capitalista, pero con programas más equitativos en lo económico.

Sumar a Sanders o Biden estará perdido

Biden es el favorito de la cúpula del partido, es viejo militante. En cambio Sanders no está afiliado al PD y esa situación ha sido explotada por sus contrincantes. Biden ha estado recibiendo el apoyo de los precandidatos que se han ido descartando de la carrera por la nominación porque están convencidos de que el ex vicepresidente es quien realmente tiene la capacidad de destronar a Donald Trump, aunque carezca de otras capacidades políticas.

Hasta el mismo Donald Trump tiene temor de que Biden sea el abanderado demócrata, por ello ha tratado de meter cizaña entre las huestes demócratas cuando difunde que el establecimiento demócrata hará otra vez lo posible para evitar que Bernie llegue a ganar la nominación, como le sucedió en 2016 cuando perdió ante Hillary Clinton, con una pequeña ayuda de los barones demócratas.

Joe Biden mostró músculo y remontó cuando había caído hasta el cuarto lugar en las encuestas, es decir, tiene potencial político de lo que seguramente el viejo Bernie Sanders ya se percató del nuevo escenario político y seguramente no descarta retirarse de la contienda.

El asunto es si el senador por Vermont también le dará su apoyo a Biden. Aparentemente no hay motivos para no hacerlo si éste obtiene la mayoría de delegados en la Convención Demócrata que lo designe candidato. No hay otra forma de ganarle a Donald Trump que con la unidad de los demócratas y sin la inclusión de Sanders (y Elizabeth Warren) y su capital de votantes, el Partido Demócrata puede darse por derrotado.